Con estos
estribillos, las tres columnas de indígenas originarios recorren la carretera
rumbo a la sede de gobierno. Pertenecen a las comunidades uru del lago Poopó;
provienen de Vilañique en el municipio de Challapata y de Llapallapani en el
municipio de Huari. La marcha iniciada la semana pasada busca visibilizar la
existencia de las comunidades uru en el departamento de Oruro y quiere llamar
la atención de las autoridades nacionales sobre el estado actual de su
territorio.
La marcha como
estrategia busca que las autoridades nacionales y la asamblea legislativa
tengan conocimiento de su existencia, del estado actual de su habitat y sus
necesidades. Como fruto de este encuentro con las autoridades se espera la promulgación
de una ley que los beneficie y que pueda evitar su “desaparición”, según el
presidente de la marcha Andrés Choque.
Los urus del
lago desfavorecidos históricamente y afectados por una política estructural que
los desplaza y los discrimina, reclaman la protección de su territorio. Exigen que
no les priven de aquello que hace a su identidad uru: el acceso al lago y sus
beneficios. Los urus del lago Poopó viven de la pesca, la caza y la recolección,
pero a consecuencia de los cambios por la contaminación del lago, se ven
obligados a buscar nuevas formas de subsistencia.
¿Quiénes son los urus?
La
bibliografía existente sobre los urus afirma que son los primeros pobladores
del territorio que hoy se llama Bolivia. Actualmente los urus se distribuyen en
dos departamentos: Oruro y La Paz. En Oruro viven los uru Chipaya y los Urus del lago Poopó, y
en La Paz los uru Iru Itu.
Los urus que
hoy recorren la carretera entre Oruro y La Paz pertenecen a las comunidades “Urus
del lago Poopó” y piden no ser
confundidos con los Chipayas, puesto que cuando se habla de los urus, la
primera referencia cultural remite a los Chipayas. Antes se les llamaba uru
Muratos, pero prefieren no utilizar este nombre, por considerarlo una
referencia de origen colonial.
Autoridades para negociar.
La marcha que
ya recorre siete días, hasta su llegada a la localidad de Patacamaya no ha
recibido todavía la visita de autoridades del gobierno. El apoyo solidario de
las poblaciones les permite llegar a cierto lugar, donde solicitan albergue
para pasar la noche. Están acompañados por policías, especialmente por la unidad
de bomberos, que los atienden de sus malestares de salud, además de brindarles
protección caminera. De esta manera la marcha prosigue sin bloquear el tránsito
entre Oruro y La Paz.
Según
Segundino Alvarez, los marchistas descartan negociar con Benigno Quispe, el
diputado de los urus, puesto que afirman que fueron discriminados por su propio
representante y por ese motivo perdió credibilidad. Prefieren buscar negociar
con otros representantes de la sede de gobierno.
Representan a las comunidades del lago.
Respecto a la
ausencia de Puñaka Tinta María en la marcha, Freddy Álvarez afirmo que “la
marcha es para todas las comunidades uru del lago y no es solo para Vilañique y
Puñaka”. Tienen previsto la incorporación de más personas a la marcha al llegar
a La Paz y no descartan que sus hermanos de Puñaka Tinta María se sumen a ella.
Un recorrido sacrificado de una marcha histórica
Es la primera
vez que comunidades uru del lago Poopó realizan una marcha a la ciudad de La
Paz, para buscar y reclamar la protección de su territorio. Por ese motivo la
marcha es considera como una “marcha histórica”. El día lunes 11 de marzo
partieron de la localidad de Patacamaya, alrededor de las once de la mañana; cruzaban
la comunidad de Toloma y a las dos de la tarde llegaron a la comunidad de Ayo
Ayo, donde recibieron un plato de ají de fideo. En una entrevista con los
medios, las mujeres reclamaban la ausencia de apoyo de las autoridades: “Nosotros
estamos viajando sin recibir apoyo de nadie. Cuando marchan los mineros, todos
salen, todos les alcanzan. A nosotros nadie nos ayuda, ahora estamos sirviendo
fideo con aguado y eso es lo único que vamos a comer todo el día. En la mañana
solo hemos tomado agüita y no sabemos si a la noche tendremos cena”.
El CEPA
(Centro de Ecología y Pueblos Andinos) de Oruro, continúa con la ayuda humanitaria a los marchistas.
Marchar bajo la lluvia
La macha
prosiguió después de no haber encontrado un lugar donde descansar en Ayo Ayo. Las
autoridades municipales y responsables del colegio no brindaron su apoyo. Una
vez retomada la marcha, una lluvia persistente alcanzó a los marchistas. Después
de caminar bajo la lluvia, llegaron a la comunidad de El Tholar alrededor de
las seis y media de la tarde, donde recién
pudieron conseguir un lugar para descansar y pasar la noche en la escuela “Topater”
de la comunidad. Con esta experiencia reclaman el apoyo solidario de las
comunidades y autoridades en su recorrido a la ciudad de La Paz. La marcha
busca arribar a la sede de gobierno entre el miércoles y jueves de esta semana.
Oscar Coca
Unidad
de Culturas – CEPA
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario