jueves, 25 de febrero de 2010

Condecoración para el Hermano Gilberto Pauwels

El día 9 de febrero el Hno Gilberto Pauwels, recibió de las manos del Sr. Presidente Evo Morales la condecoración “Sebastián Pagador” en el Primer Grado Escudo Nacional, por su servicio al desarrollo, prestigio y progreso del Departamento de Oruro.

Los motivos para conferir esta condecoración fueron los siguientes:
  • La fundación de, y los servicios prestados desde el Centro Diocesano de Pastoral Social (CEDIPAS) desde 1983 hasta 2002 y el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) desde 1995.
  • La realización de estudios etnohistóricos y antropológicos en el Departamento desde 1974.
  • La organización de una biblioteca especializada en medio ambiente y culturas andinas.
  • La defensa de las organizaciones populares y sus dirigentes, en tiempos de represión y dictaduras, como Presidente vitalício de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Oruro.
  • La promoción de proyectos productivos para grupos organizados.
  • La defensa de la vida y de la Madre Tierra a partir de las mismas comunidades y de las organizaciones sociales.
  • El asesoramiento a investigadores y la edición de casi 100 publicaciones por orureños sobre Oruro.
Como integrantes, colaboradores y voluntarios del CEPA, felicitamos al Director de nuestra institución por el reconocimiento otorgado por la Prefectura de Oruro.

2010 es el Año Internacional de la Biodiversidad y Encuentro de Culturas

Declaración de la Organización de Naciones Unidas ONU

Los originarios de los cuatro suyos o nacionalidades del departamento de Oruro, (Urus/Chipayas, Jach’a Carangas, Suras y Qillakas), a lo largo de centenares de años, han desarrollado sus sistemas bioculturales a base de lo socio cultural y lo natural ecológico o biológico, que integran los tres ámbitos de la vida: espiritual, social y material. Las nacionalidades de las regiones andinas se encuentran situadas entre la Cordillera occidental y oriental con alta variabilidad de factores climáticos y topografías que han dado contextura sociocultural para el desarrollo sostenible.

Las instituciones originarias, al igual que otras comunidades bioculturales de las tierras bajas, han construido, en torno a principios éticos, relaciones con su entorno natural, vínculos directos entre la diversidad cultural y biológica. De esta manera han mantenido la existencia de altos niveles de biodiversidad en base a sus cosmovisiones y sistemas de conocimiento.

En efecto, las comunidades originarias de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, son poseedores de 25 por ciento de la biodiversidad del mundo y estamos dentro de los 17 países del mundo con la más alta biodiversidad.

Sin embargo, en el departamento de Oruro, la existencia de este alto nivel de la biodiversidad se va extinguiendo irreversiblemente sobre todo desde hace seis décadas, por diferentes causas naturales y humanas. El cambio climático desorienta y trastorna el sistema biológico y reproductivo en los animales silvestres; provoca enfermedades y extinción por la variación de temperaturas altas y bajas en un solo día. A esto se suman la falta de alimentos por ausencia de lluvias y nevadas en su época oportuna. En la flora silvestre las causas son también principalmente la falta de humedad en el suelo. Por eso las semillas no alcanzan a madurar para el próximo año. Procesos de salinización de suelo, la erosión, la sequía prolongada, estas y otras causas son motivos de la extinción de especies de plantas silvestres y domesticadas.

Entre las causas humanas mencionamos tres: el sistema de educación del pasado sirvió de trampolín para las tres últimas generaciones (60 años). Las migraciones de jóvenes a las capitales departamentales y el exterior (población económicamente activa) provocan cambios en la cultura alimentaría y generan actitudes desde antivalores ambientales y culturales. Así empiezan los procesos de pérdida de la calidad de la institucionalidad como organización social de los ayllus, con pérdida de valores culturales, cuando se pierde la primera lengua y se cambia de cultura alimentaria, o cuando existe desprecio o falta de valoración de los propios recursos de la biodiversidad local o de sus comunidades de origen. La segunda causa es la falta de normativas ambientales de uso y aprovechamiento sostenible de recursos de la biodiversidad en las comunidades o marcas. Y finalmente, en tercer lugar, no existe o no se ejecuta un plan de manejo de suelos específico, identificando la vocación productiva de cada ecosistema de alta montaña. Todo esto se debe a la falta de políticas públicas departamentales.

Viendo los antecedentes mencionados sobre el estado de erosión en que se encuentran los recursos de la biodiversidad en el departamento de Oruro, es muy importante y oportuno asumir acciones políticas y técnicas de compromiso y responsabilidad de recuperación de lo poco que queda, por todas las personas individuales, actores políticos y las organizaciones e instituciones sociales de nuestro departamento.

Para tal efecto, como CEPA, continuaremos con las actividades anuales de la Feria de la Biodiversidad, que empezamos desde 12 años (1998) con acciones de capacitación e información, comunicación, investigaciones y publicaciones que han sido útiles para las instituciones educativas y la implementación de políticas públicas en los últimos procesos de cambio. La XIII Feria de Biodiversidad 2010, implicará un despliegue de procesos de capacitación e información, investigación participativa, sistematización y finalmente la difusión al público mediante una exposición de los resultados de la investigación y de experiencias vividas de los estudiantes y docentes de las unidades educativas de área rural/urbana.

Las Ferias de la Biodiversidad promueven la interacción educativa de intercambio de las experiencias e información teórica práctica entre las unidades educativas de área rural y urbana. Como resultado final se tiene la incidencia

en la adquisición de valores bioéticas ambientales y culturales en los estudiantes y docentes participantes. Consideramos las instituciones educativas como un sector estratégico para el desarrollo sostenible del departamento.

Las actividades de capacitación e información y/o comunicación, que tienen un enfoque, metodologías y técnicas de incidencia en la ética y valores ambientales para vivir en armonía y respeto con la naturaleza, se realizan desde hace 14 años con las instituciones educativas de nuestro departamento. Como CEPA acompañamos la reconstrucción de la visión de vida de las comunidades originarias, lo que ahora se complementa con la ideología y la visión de la fundación del nuevo Estado Plurinacional, fortaleciendo la institucionalidad de los ayllus y marcas para un desarrollo sostenible con dignidad y soberanía alimentaría. Estos procesos forman parte de la reconstrucción de la interculturalidad en el Estado Plurinacional.

Pues, las demandas, necesidades y problemas planteados en el contexto departamental y nacional, nos convocan a ser parte de este proceso de reconstrucción para revertir la crisis de la realidad ambiental y socio cultural de Oruro. Invitamos a los actores políticos, técnicos, jurídicos y ambientales, organizaciones sociales e instituciones públicas y privadas y a las personas particulares a celebrar el año 2010 como: “Año Internacional de la Biodiversidad y Encuentro de Culturas”, tal como ha sido declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La actividad de la Feria de la Biodiversidad, arrancará a partir del mes de febrero a abril con un proceso de capacitación, preparación e investigación en las instituciones educativas. En el mes de mayo 2010 durante la XIII Feria de la Biodiversidad, tendrá como tema la Biodiversidad y las Bioculturas Andinas.

Germán Condarco Q.
CEPA

jueves, 18 de febrero de 2010

Raices y Ramas del Carnaval de Oruro

El Carnaval de Oruro tiene muchas raíces y muchas expresiones propias que le dan una originalidad única. Es suficiente mencionar algunas de ellas para darse cuenta de la complejidad, la riqueza y los conflictos latentes que se han acumulado y se manifiestan en este evento.

Una de las raíces más profundas en esta época del año es el agradecimiento a la Pachamama, por la cosecha, por la producción. Las comunidades rurales no lo celebraban solamente en sus chacras y corrales, sino también en sus pueblos y en la misma ciudad, ante las autoridades.

De alguna manera los mineros hacían lo mismo. Exponían y entregaban al patrón las mejores muestras de su producción y recibieron una recompensa generosa para poder armar una fiesta abundante y prolongada. Agradecieron al Tío, dueño de los minerales, por la "cosecha" que les permitió.

En el centro mismo de Oruro y otras ciudades, el carnaval se celebró según el modelo que trajeron los conquistadores, con máscaras y fiestas sociales en los salones. Antes de iniciar el tiempo austero de Cuaresma, en preparación a la Semana Santa, pudieron permitirse una última transgresión de las reglas establecidas de una vida ordenada y reglamentada según las normas de la Iglesia.

Las autoridades eclesiásticas, momentáneamente, tuvieron que "cerrar los ojos", tanto ante la celebración desfrenada al estilo europeo, como ante la reactivación de los ritos ancestrales de los "indios" en el campo y en las minas. Así se festejaba el Carnaval en todas partes, conforme a la estructura y segregación colonial vigente.

Todos Santos y el Carnaval fueron las celebraciones más ligados a los antepasados, mientras que al mismo tiempo, por el otro lado, las fiestas patronales representaron la reorganización de una nueva sociedad alrededor de los templos cristianos, en ciudades, barrios y poblaciones. Cada época tuvo sus momentos fuertes, sus propios espacios y tiempos.

Pero, según la tradición oral recogida el principio del siglo XX (no sabemos en qué medida respaldada por documentos escritos, accesibles en aquel tiempo), en el año 1789 ocurrió algo muy extraña e inédito en la ciudad de Oruro, algo que rompe el esquema sociocultural vigente. Los mineros, que estaban acostumbrados a festejar su Carnaval del Tío (nombre dado al "diablo"), tenían al mismo tiempo desde los primeros años de la Conquista en el cerro una capilla dedicada a la Virgen de Candelaria, que por la cercanía al socavón de Pie de Gallo, fue considerada y rebautizada como Virgen del Socavón. La muerte violenta de un devoto de la Virgen (Nina Nina o Chiru Chiru, según las versiones), por haber robado de un pobre o por haber raptado la hija de un comerciante, reactivó de una manera extraordinaria la devoción a la Virgen, por su supuesta intervención milagrosa en el acontecimiento a favor de su protegido.

Los vecinos del Barrio Minero se reunieron y tomaron una serie de medidas para asegurar la debida atención a la Virgen. Decidieron que la entrada a la mina cercana a la capilla, tendrá como nombre Socavón de la Virgen (y ya no Pie de Gallo). Optaron por celebran anualmente una gran fiesta, pero ya no el 2 de febrero, día de la Candelaria, sino en los días de Carnaval, cuando tenían tres días de feriado. Además determinaron que en esta fiesta iban a bailar disfrazados de diablos. Proclaman la Virgen del Socavón como patrona, no solamente del barrio, sino de los mineros de la región de Oruro.

De esta manera nacieron el Carnaval de la Virgen (que tiene como protagonista la Virgen de Candelaria que ya antes había adoptado el nombre de Virgen del Socavón) y también la Diablada como baile (a partir de los diablos que ya antes estaban presentes en los sociodramas catequísticos de la lucha "entre el bien y el mal, entre ángeles y diablos, entre lo cristiano y lo pagano, entre lo civilizado y lo salvaje".) La originalidad del Carnaval de Oruro está en su origen.

De esta manera se inició un proceso de acercamiento entre las diferentes manifestaciones del Carnaval en Oruro. Las celebraciones originarias de mineros y campesinos se vincularon con la urbana, lo cristiano con lo andino, y así poco a poco se llegó a una sola entrada hacia el santuario de la Virgen del Sovacón, sin descuidar en otro momento el culto a los animales petrificados andinos, sobre todo la víbora, el sapo y el cóndor. Oruro es el único lugar donde se celebra el Carnaval de esta manera, integral e integrado.

Hasta aquí un especie de resumen de lo hablado y discutido durante un "Diálogo Abierto" organizado por el grupo Amerindia y co-auspiciado por la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Oruro. El diálogo fue introducido por Gilberto Pauwels, director de CEPA, complementado por comentarios del padre Bernardino Zanella, rector del Santuario de la Virgen del Socavón, miembros de Amerindia Oruro. Entre los más de 30 participantes al diálogo hubo investigadores de las universidades y de otras instituciones, periodistas y funcionarios de la prefectura y la alcaldía.

La presentación culminó con la siguiente pregunta. Mientras que la historia del Carnaval ha sido un proceso de integración de elementos de diversos orígenes en una sola celebración original, ¿no podemos considerar lo que pasa actualmente como un proceso de desintegración que puede llevar a la destrucción de la identidad original del Carnaval de Oruro? Vemos que los campesinos y pueblos originarios han vuelto a sus propios celebraciones (Anata y Jallupacha); la Iglesia ha reactivado la fiesta de la Virgen de Candelaria con una peregrinación, el día 2 de febrero, con la participación de mineros; los músicos y los artesanos tienen sus propios actos; la celebración del Domingo de Tentación se ha dispersado; el Carnaval se está volviendo cada vez más espectáculo,...

Las respuestas no dejaron lugar a dudas. Los participantes al Diálogo consideran que el Carnaval tiene tantas facetas y significados, que no se puede celebrar todo en un solo día con la misma intensidad; está bien que cada elemento importante tenga sus propios espacios y tiempo. Inclusivo, decían, hay que poner la celebración del Carnaval en su contexto más amplio: el contexto histórico que promueve los cambios, el ciclo del año agrícola, los cambios sociales y políticos, las migraciones,... No hay que tener miedo a los cambios, a condición de que se realicen con la participación y bajo el control social del pueblo. Cambiar permanentemente es la suerte de todo proceso vivo e intangible.

El grupo Amerindia y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Oruro, tienen la intención de organizar un Diálogo Abierto sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana en la ciudad y el departamento, cada primer miércoles del mes. De la misma manera, ya desde un año, Amerindia Oruro hace un análisis crítico de la realidad regional en el programa de radio "Contexto...con textos", cada sábado en Radio Pío XII de Oruro, de horas 12 a 13.

Gilberto Pauwels
CEPA - AMERINDIA

martes, 2 de febrero de 2010

A una década del derrame de petróleo en el río Desaguadero

Un 30 de enero del año 2000, la empresa transportadora de Hidrocarburos TRANSREDES causó uno de los sucesos más nefastos para el medio ambiente en Bolivia. En el sector de Sica Sica, se produjo la ruptura del ducto que transportaba petróleo de Bolivia a Chile y se derramaron aproximadamente 29.000 barriles de petróleo reconstituido sobre el río Desaguadero, afectando la flora, fauna, suelos y agua de más de un millón de hectáreas y a 127 comunidades de los departamentos de Oruro y La Paz.

Los comunarios que vieron azorados el desastre ambiental, comentaron:

“Las plantas verdes se convirtieron color ceniza. Las ovejas tenían zapatos negros y las aguas eran negras, no entendíamos que estaba pasando, pero presentíamos que era lo peor que estaba por venir”.

Otros relatos del desastre ambiental nos hacen pensar en la magnitud del evento:

“Ese día por la tarde, cuando llegué al río, no podía reconocer el agua. El río estaba más espeso parecía que estaba en la sombra, como si estuviera llena de oscuridad. Tenía un olor extraño, un olor desconocido. Más allá habían aves muertas, las totoras empapadas de negro”

“Cuando los vete¬rinarios de la empresa Transredes vieron mis ovejas enfermas, dijeron que han comido plantas venenosa, ellos culparon a cualquier cosa pero nunca al petróleo. Se llevaron nuestros animales muertos en camiones, y nunca más supimos de ellos…”.

“Los expertos contratados por Transredes nos dijeron que el petróleo era fertilizante para nuestras tierras que no nos preocupemos”.

En agosto de 1999, meses antes del desastre, uno de los propios funcionarios de Transredes informó a la compañía que el oleoducto se había perdido un soporte de metal en forma de H y que el ducto, por tanto, estaba parcialmente debajo del agua. Cuatro meses después, Transredes recibió otra advertencia, un informe del superintendente y desgraciadamente a un mes de su advertencia ocurre el desastre ambiental.

Las miles de personas afectadas por este siniestro visitaron a los médicos de la compañía informando que sufrían do¬lores de estómago, náuseas, pérdida de apetito, dolores de cabeza y problemas visuales. Desafortunadamente, la ayuda médica de Transredes fue limitada. Los trabajadores de salud enviados por la compañía no tenían la especialidad de tratar los efectos del petróleo en la salud humana.

Se dice que los efectos más peligrosos a la salud de residuos de petróleo son invisibles. El btex (benceno, tolueno, etil benceno y xileno) es un grupo de compuestos orgánicos volátiles encontrados en los residuos de petróleo. Este compuesto puede ser causante de cáncer y malformaciones. El btex puede ser transmitido del pasto y el agua a los animales, de los animales a la gente a través de la carne y de las madres a los fetos en el vientre. Estas toxinas pueden también ser absorbidas a través de la piel, por la ropa lavada en aguas contaminadas o aspirada al sistema respiratorio.

Una de las acciones implementadas por Transredes para mitigar el desastre, fue la limpieza que no estaba basada en ningún plan de emergencia concebido cuidadosamente con anterioridad, sino en la improvisación. Usó tecnología inadecuada para detener el crudo. Por ejemplo utilizaron mallas de gallineros, plantas de totora y lo peor han tenido que ser las propias comunidades afectas las que limpien sin ninguna protección segura para su salud.

El 31 de julio de 2000, seis meses después del derrame, oficialmente se dio por concluida la limpieza y Transredes depositó más de 838.000 bolsas de material contaminado en una cavidad terrena cerca de la estación de transporte de Sica-Sica.

Producto de este derrame se ejecuta una Auditoria Ambiental a la empresa Transredes por haber ocasionado el derrame de petróleo en el río Desaguadero. La empresa auditora dictaminó una compensación económica (que ascendía a unos 6,5 millones de dólares americanos) por haber causado pérdidas en los cultivos, pastos nativos, mortalidad de ganado, etc.

Esta compensación resultó finalmente insuficiente ante los muchos temas que no fueron atendidos y que quedan aún pendientes:
  • Monitoreo ambiental (aguas, suelos y bentos) que deberían efectuarse a lo largo del río Desaguadero, situación que correspondería efectuarse periódicamente en coordinación con la autoridad ambiental y los comunarios.
  • La empresa, ocasionadora de la contaminación, nunca llegó a compensar por las enfermedades causadas a los animales, peor aún por la pérdida de la calidad de agua y suelo. Además la auditoria consideró solamente los impactos a corto plazo; no fueron cuantificadas las consecuencias de la contaminación a largo plazo.
  • Referente a lo social, es importante señalar que el derrame ocasionó la desarticulación de la estructura organizativa comunitaria. Lo más preocupante, sin embargo, es que surgieron conflictos entre comunidades, a la vez entre familias de una misma comunidad e inclusive conflictos en la unidad familiar (entre hermanos, padres e hijos). Estas situaciones, en algunos casos, se han acentuado y perjudican enormemente el desarrollo de una comunidad.
  • La Auditoría Ambiental estableció que la empresa debería efectuar un monitoreo de la salud a toda la población que estuvo expuesta al derrame. Esta actividad nunca se efectivizó. Es más, se ha sugerido que las personas expuestas, deberían tener un seguro de salud de por lo menos 20 años, pagado por la empresa Transredes, tampoco fue ejecutado.
Por otro lado, después de haber transcurrido diez años del desastre ambiental se podría afirmar que la ex Transredes tiene aún deudas pendientes con las comunidades que fueron afectadas por el derrame. Así por ejemplo, la autoridad ambiental de entonces, el Viceministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente, le había aplicado una multa equivalente a la suma de 1,9 millones de dólares por haber infringido la Ley de Medio Ambiente. A esa sanción se sumó otra multa de alrededor de 100 mil dólares por no haber tramitado su licencia ambiental para el depósito de los suelos impregnados con petróleo.

A la fecha siguen existiendo denuncias de parte de los comunarios en sentido que no ha desaparecido el petróleo de sus tierras, y que en algunas oportunidades aflora en la superficie, persisten enfermedades de animales, nacimientos con deformidades, etc.

La contaminación del Desaguadero es una consecuencia más de las políticas de explotación de recursos naturales sin responsabilidad ambiental. Ojalá nunca más vivamos desastres ambientales. Las empresas transnacionales vinieron solamente a explotar nuestros recursos naturales y dejarnos toda la contaminación.

Norma Mollo Mollo
Coordinadora Departamental LIDEMA – CEPA