viernes, 30 de noviembre de 2012

Las raíces del CEPA: conversatorio entre co-fundadores



El 8 de diciembre 2012, fiesta mariana y de los Oblatos de María Inmaculada (omi), el Centro de Ecología y Pueblos Andinas (CEPA) existe 17 años. Chris Dutry, que estudió ecología y Gilberto Pauwels, antropólogo, en representación de la Comunidad Oblata de Oruro, fueron los co-fundadores.  Actualmente Chris es periodista ecológico de una revista familiar en Bélgica, mientras que Gilberto sigue como director del CEPA. Chris visitó Bolivia y Oruro, después de diez años de ausencia. En esta ocasión los dos fundadores tuvieron un conversatorio largo sobre el caminar e actuar de la institución. Alicia Cuiza, también miembro del CEPA ya desde su fundación, estaba presente. Participó y anotó lo siguiente.

Gilberto:   Aunque tú eres es periodista, Chris, yo te hago la primera pregunta. Diez años es mucho tiempo, pero siempre hemos mantenido contacto vía Internet, casi semanalmente. Mientras tanto muchas cosas han cambiado en Oruro. ¿Cómo te sientes?   
 
Chris: En casa. Me he encontrado con muchos conocidos, amigos, compadres, algunos ahijados y ahijadas, que mientras tanto son jóvenes. Son más que 15 años que dejé de trabajar en Oruro, en Totora, Huanuni, Chuquiña,... hace diez años solo vine de visita algunos días, pero me sorprende con qué facilidad me siento otra vez en casa. Veo las mismas alegrías y penas, problemas y búsquedas. Oruro se ha vuelto más grande, con casas más altas, pero la gente ha mantenido la misma amabilidad de siempre.  Hace bien estar aquí entre Ustedes.

Alicia: Nos alegra tu visita, pero sí, el CEPA mismo ha cambiado. Ya no es la pequeña biblioteca incipiente, en la calle Tomás Frías en 1995, donde se iniciaron las primeras investigaciones y publicaciones sobre el medio ambiente y sobre los grupos culturales de Oruro. Hemos crecido y cambiado. No sé, si respondemos a tus expectativas de aquellos tiempos.

Chris: Lo que queríamos era divulgar un mejor conocimiento de las comunidades andinas, promover su reconocimiento como pueblos y revalorar sus culturas. Y por el otro lado, viendo un crecimiento acelerado de la contaminación en la ciudad y en el campo, sobre todo en las zonas mineras, queríamos promover un mayor control de este proceso dañino.

Que los pueblos andinos están ganando espacios y reconocimiento, no hay duda. Parece que el desafío está ahora en construir una convivencia intercultural equitativa entre y en todos los grupos. Me sorprende ver publicaciones sobre "descolonización". Conozco de antes las situaciones de desigualdad y desprestigio para los pueblos originarios. Parece que no han desaparecido todavía, aunque percibo mejoras innegables de participación y valoración de las expresiones culturales indígenas.

La opción inicial que tuvimos como CEPA, fue correcta me parece.  Ahora las mismas comunidades tienen voz y voto, es solo cuestión de acompañarles y colaborarles con información, capacitación e iniciativas en defensa de sus derechos.

Gilberto: El derecho más vulnerable actualmente parece ser el derecho a un medio ambiente limpio e agradable, al agua potable y alimentación sana. Y eso va junto con respeto para los ríos y lagos y aguas, para las tierras y territorios. No creo que en eso hemos avanzado tanto. Habrás visto los plásticos en las calles y alrededor de los centros urbanos, y has leído sobre la contaminación invisible con metales pesados y en el aire. Los problemas parecen mayores que hace 17 años.

Chris: Efectivamente, así es.  Los centros urbanos han crecido y con ellos las necesidades de agua y de productos. La sociedad se ha "plastificado"; los procesos productivos son menos naturales, más químicos; las operaciones mineras y metalúrgicas son de mayor tamaño y más tóxico. Aparentemente el cuidado del medio ambiente ni siquiera puede avanzar al mismo paso que la misma contaminación. Estamos perdiendo el control. Este tendrá sus consecuencias  a mediano y largo plazo. La prueba ya está en los cambios climáticos. La madre tierra no solo se está enfermando, envenenando, sino a lo largo, ya no estará capaz de alimentar y proteger sus hijas e hijos.
 
Me recuerdo nuestras acciones, en aquellos tiempos, en contra del plomo en la sangre de los niños a consecuencia de la contaminación del aire por la fundación de Vinto y en contra de las aguas ácidas de la mina San José. También tengo memoria de nuestra voz de alarma por la tecnología utilizada por la empresa Inti Raymi, con sus operaciones mediante tajos abiertos, con aspersión de cianuro, con una inmensa perdida de aguas dulces y aceleración de la salinización de la cuenca y del mismo lago Poopó. Temo que en eso no se ha cambiado mucho, que Oruro sigue perdiendo, que sus riquezas naturales  a lo largo, a Oruro como región, le van a seguir produciendo empobrecimiento en la calidad de vida.

Gilberto: Si, seguimos con la misma problemática, que nos parece asfixiar cada vez más. No solo las comunidades rurales, sino barrios peri-urbanos y el mismo centro de la ciudad viven constantemente bajo diversas amenazas. Pero hay también luces de esperanza. Por ejemplo, por la declaración de zona de emergencia ambiental de la cuenca de Huanuni, - donde tú mismo durante cinco años has vivido y has sido testigo del maltrato al rio, - ahora las mismas comunidades afectadas, organizadas  como CORIDUP, exigen el cumplimiento de compromisos legalmente instruidos.

Nuevo también es que los mismos mineros y cooperativistas, que antes consideraban los "ambientalistas" como sus enemigos, ahora declaran que ellos mismos también se van a ocupar del cuidado del medio ambiente. Habrá que ver en qué medida van a poder cumplir este discurso. El hecho que un dirigente recientemente dijo que no van a aceptar control social al respecto, no es una buena señal. Pero, en general,  parece que más bien existe una predisponibilidad creciente de exigir mayor seguridad ambiental para sí mismos como trabajadores, para sus propias familias y para los habitantes de la región.  El cuidado ambiental llega a ser parte inseparable y condicionante de toda actividad minera e industrial.  Debes recordarte que eso ha sido uno de nuestros objetivos iniciales.

Alicia: Yo creo mucho en las iniciativas pequeñas desde las bases. No creo que un solo sector vaya a salvar la situación. Hay jóvenes, niños, mujeres, grupos de base que ya empiezan a pensar de otra manera y actúan diferentemente. Las patrullas  ecológicas de niños que cuestionan a los mayores; los integrantes de la Escuela de Líderes Ambientales que investigan, analizan y proponen; las muchas iniciativas de los establecimientos educativos; los pronunciamientos y movilizaciones de organizaciones  sociales y vecinales; el grupo de eco-mujeres que construyen alternativas para la atención a la salud y la nutrición... cada acción solita parece pequeña e insignificante, pero todos juntos pueden llegar a construir un movimiento incontenible. Me parece que como CEPA no podemos descuidar este aspecto del trabajo. Debemos  impulsar y acompañar todas las iniciativas valiosas y creativas, en la medida de nuestras posibilidades.

Gilberto: Entiendo que Alicia quisiera que, tal como las naciones y culturas surgieron con fuerza y se hicieron respetar, de la misma manera diferentes grupos ecológicos y ambientales forjen una proceso de renovación ambiental, - no solo con palabras sino de hecho, - despertando una nueva actitud que ponga el cuidado de la naturaleza como exigencia transversal en toda actividad humana y social. Hay mucho que hacer todavía....

Chris: Lo que ha podido realizar el CEPA en estos últimos años, en coordinación con Radio Pio XII, me parece estar en continuación de lo que los oblatos están haciendo en Bolivia desde 60 años: escuchar y acompañar al pueblo y desde el Evangelio sumarse a y motivar la lucha  para un mundo más justo y solidario. Felicidades por los 17 años de vida y  compromiso. Seguiré caminando con Ustedes con el mismo mensaje, como periodista ambiental en Bélgica,  y con el mismo entusiasmo de aquel primer día, el 8 de diciembre de 1995, el día que en Oruro nació el CEPA.  
  
Alicia: Gracias, Chris, por tu visita y tus palabras. Hemos recorrido ya un camino largo como institución. Mientras tanto muchas cosas han cambiado, pero seguimos haciendo camino caminando. Lo que hemos hablado, resume bien lo qué se ha hecho hasta ahora y hacia dónde queremos ir, acompañando al pueblo. 

Alicia Cuiza
CEPA   

martes, 27 de noviembre de 2012

Carta climática: en clima de incertidumbre buscamos respuestas urgentes para salvar la vida

Desde que comenzamos a andar el año 2009, como Grupo de Trabajo sobre Cambio Climático y Justicia (GTCC-J) nos propusimos contribuir en la profundización de la reflexión, análisis, debate y propuestas sobre el fenómeno del cambio climático desde el enfoque de la JUSTICIA. Como grupo nos preocupa que postulados como la deuda histórica social y ecológica, la responsabilidad común pero diferenciada, el bien común, el desarrollo sostenible o la justicia climática sea sólo parte del protocolo discursivo mediático, de parte de los países desarrollados, tal como lo demuestran los resultados de las Conferencias Climáticas.

Ante la proximidad de la 18ª Conferencia de las Partes (COP-18) a la 8ª Conferencia de las Partes del Protocolo de Kioto (CMP-8), desarrolladas en el marco de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), el GTCCJ expresa su preocupación y alerta a los jefes de Estado, autoridades, organizaciones sociales, organizaciones no gubernamentales y en general a todos y todas quienes cohabitamos esta única casa grande a desplegar nuestros mejores esfuerzos para protegerla y cuidarla por el bien de todas las formas de vida.

  • Lamentamos que las Naciones, en las Conferencias Climáticas, no logren acuerdos vinculantes que resuelvan el problema del calentamiento global, de la contaminación del planeta, profundizando una irracionalidad ambiental que pone en riesgo la sobrevivencia de la humanidad y de la vida en el planeta, dejando un futuro incierto e inseguro a las próximas generaciones.
  • Denunciamos que la plataforma de negociaciones de Doha se basa en los acuerdos de la COP-17 de Durban, mismos que fueron rechazados por la sociedad civil del planeta debido a que desmantela el Protocolo de Kioto, lo que podría ocasionar un incremento de la temperatura global en 4 grados centígrados, sentenciando de muerte a varios países del África, pequeños Estados Insulares y a los más empobrecidos y vulnerables de todo el mundo.
  • Exigimos que los países “desarrollados desarrollen su conciencia sobre la gravedad del problema que han desencadenado, implementando acciones concretas para una sincera transformación de su forma de vida actual (Patrones de consumo), la transferencia de tecnología y el financiamiento necesario al margen de la lógica mercantilista.
  • Solicitamos a la delegación boliviana, presente en Doha, exigir justicia climática y rechazar con firmeza los mecanismos de mercantilización de la naturaleza (REED+, MDL, Mercados de carbono y Economía verde).
  • En nuestro país exigimos medidas concretas que internalicen el enfoque Madre Tierra en políticas de defensa de los ecosistemas naturales y las capacidades de resiliencia, en programas y proyectos de apoyo a las comunidades que en nuestro país son víctimas de la desestabilización climática.
  • Pedimos que desde nuestro gobierno, en el marco del vivir bien, se fomente un cambio verdadero en la producción local de energía que favorezca métodos limpios y renovables.
  • Desde el GTCCJ convocamos a las instituciones y organizaciones de la sociedad de todo el planeta a no dejar la solución del problema global únicamente en manos de negociadores. Continuemos visibilizando nuestras demandas en defensa de la vida, denunciando y condenando las situaciones de injusticias.
  • Convocamos a la población boliviana a rediseñar las actuales formas de convivencia humana ya que necesitamos establecer relaciones justas y equilibradas, respetando a la naturaleza y al derecho a la vida.
  • La situación actual nos demanda actuar con prontitud porque no tenemos tiempo para seguir analizando el problema. Empecemos en nuestras familias, nuestros barrios y comunidades, desarrollando acciones locales con verdaderas soluciones, que serán nuestro poder moral para exigir justicia social y ecológica a los países con mayor responsabilidad del calentamiento global.

Instituciones que integran el GTCCJ:

  1. ACOVICRUZ
  2. ADESA
  3. Agua Sustentable
  4. Asociación EcoFeria Cochabamba
  5. Buena Vida
  6. CAEP
  7. Cáritas Pastoral Social Tarija
  8. Casa de la Mujer
  9. Centro de Capacitación e investigación de la Mujer Campesina Tarija CCIMCAT
  10. Centro de Ecología y Pueblos Andinos – CEPA
  11. Centro de Estudio Supeperiores Universitarios – CESU
  12. CEPAC
  13. CEPRA
  14. Centro Social de las Aldeas SOS
  15. CEPAS Cáritas Boliviana
  16. CEPROLAI
  17. Centro de Servicios Agropecuarios y sociocomunitarios – CESA
  18. Centro de Investigaciones y Políticas Sociales – CIPS
  19. CISEP
  20. Fundación ACLO
  21. Fundación Alfonso Pedrajas
  22. Fundación AGRECOL Andes
  23. Fundación Comunidad y Axión
  24. Fundación Gaia Pacha
  25. Fundación IRFA
  26. Fundación Jubileo
  27. Fundación Solón
  28. Fundación Universidad la Cordillera
  29. GRS GAM Tiquipaya
  30. Kanchay
  31. INCADE
  32. ISEAT
  33. OASI
  34. OCCA
  35. Parroquia Pasorapa
  36. Parroquia San Miguel de Pojo
  37. Parroquia Totora
  38. PASOC Comarapa
  39. PASOC Santa Cruz
  40. Radio Esperanza
  41. Red Hábitat
  42. Red Umavida
  43. RENNAC
  44. TECSA Adquile
  45. UEPI
  46. Vecinos Mundiales

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cuando se obra por consigna, la razón está por demás



En días pasados (26/X/2012), el matutino “La Patria” publicaba entre sus páginas, la reacción de uno o algunos “dirigentes mineros” que según la nota, se habría sostenido en nombre de la FSTMB una reunión con la primera autoridad política del departamento de Oruro exigiendo la “destitución de funcionarios de la gobernación”. A este respecto, el directorio de la CORIDUP previa consulta a las comunidades afectadas por la minería y verdad en mano, tenemos a bien expresar nuestros puntos de vista en defensa de la Madre Tierra.

NO TODOS SOMOS MINEROS

De toda la fuerza laboral del Departamento de Oruro, asumamos que un tercio son compañeros trabajadores mineros (asalariados y/o cooperativistas). Consiguientemente, estamos hablando de uno de los sectores más importantes de la economía regional y por supuesto nacional; este reconocimiento no sería completo si no afirmamos que tiene una cualidad particular, y es que su efecto es multiplicador. Así como sostenemos ésta primera afirmación, estamos seguros que nadie que sepa de minería, se atreverá a negar su condición de “trabajo riesgoso y sacrificado”. Entonces, queda establecido de que estamos hablando de uno de los sectores más pujantes de Oruro y el país en su conjunto.  Pero, no todos somos mineros.

Un segundo sector importante de nuestra economía, es el comerciante. Cuánto foro, cuánto coloquio o cuanto seminario sobre la economía de Oruro nos ha afirmado que el comercio se ha constituido en otro resorte decisivo de nuestra economía. Es elemental preguntarnos aquí: cuando se presenta una baja en la cotización de los minerales, ¿quiénes evitan que naufrague nuestra economía? Cuando por alguna razón los gremiales se movilizan, vemos las filas interminables de mujeres y hombres que se dedican al comercio, ¿acaso esto no nos dice nada? Negar este extremo, es simplemente negar la realidad. 

Un tercer sector, al que generalmente se le ha quitado méritos, es el agropecuario. Campesinos que se dedican a la siembra y al pastoreo y que generosamente aseguran que los productos que consumimos a diario lleguen a nosotros. Son los que subvencionan los alimentos que llegan a nuestra mesa. Producen nuestros alimentos cuidando la tierra. Como se ve, no todos dependemos de la minería.

En el aparato productivo en general, cada sector juega un rol importante, unos con mayor incidencia que otros, pero importantes al fin. Cada sector constituye un engranaje de ese aparato que mueve la economía regional y nacional. Entonces, ¿será justo que algún sector se arrogue la representación de todo el pueblo?.

LEGALIDAD Y TRANSPARENCIA

Todos los actos de la CORIDUP fueron y son públicos, y por lo tanto, transparentes. Desde los años 2002 – 2003, las demandas de las comunidades afectadas por la minería fueron impetradas a la autoridad ambiental competente siempre dentro el marco de la Ley. Cuando la cotidianidad de la labor agropecuaria nos dice que la tierra y el agua no son las de antes y están contaminadas, en lugar de arremeter, en lugar de conflictuar, se optó por allanar el camino de la legalidad en base al diálogo.

Fue entonces que comprendimos que la manera de parar de sufrir la contaminación, no estaba en el enfrentamiento con los trabajadores mineros, sino en hacer cumplir la Ley, entendiendo y haciendo entender que el cuidado del medio ambiente, no es una carga más a la economía de nuestros compañeros mineros, sino que es una INVERSIÓN.

Todo lo que se ha hecho hasta hoy, es pedir que se cumpla la ley.  Aquí, a partir del Art. 33 de la Constitución Política del Estado, se puede enumerar todo un rosario de artículos de la normativa ambiental con que cuenta el país.

Y lo que se ha pedido a esos funcionarios públicos, hoy por hoy “acusados” por los compañeros mineros de “favorecer a las ONGs”, es que dichos funcionarios cumplan y hagan cumplir la ley y nada más que la ley. Si a ti te contratan para el trabajo en una panadería, es para que hagas o ayudes a hacer panes, no puedes hacer adobes o simplemente no hacer nada. Lo propio, si se contrata a profesionales afines al rubro ambiental, o concretamente para cumplir con los objetivos institucionales de la oficina de Medio Ambiente y Madre Tierra dependiente de la Gobernación de Oruro, es simplemente para que cumplan y/o hagan cumplir la normativa medio ambiental con la que cuenta el país.

Quienes podríamos solicitar la destitución de los “cuestionados” funcionarios, somos las comunidades afectadas por la contaminación minera. No por una “supuesta parcialización”, sino porque hasta hoy, en algo más de 10 años de gestión ante la Secretaría de Medio Ambiente departamental, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y su Viceministerio, no se ha logrado que la contaminación por lo menos baje; no se ve resultados.

Recurrir al fácil expediente de “pedir destitución”, ignorando la responsabilidad ambiental de los operadores mineros, dejando de lado o ignorando los derechos humanos de dichos funcionarios, es obrar por consigna, donde la razón está por demás. Si se afirma que no están en contra del medio ambiente y que se obre en consecuencia, que se diga cuál de las empresas mineras en Oruro cumple con las normas del medio ambiente. Que de una vez por todas, se dé el gran salto del discurso a los hechos. Solo así tendremos la certeza de que fue la FSTMB la que se expresó en torno al medio ambiente, y no algún dirigente que se preste a los intereses empresariales.

CONTROL SOCIAL

La visión y la altura política de la dirigencia minera siempre estuvo presente en la FSTMB. Por eso sorprende de sobremanera, cuando uno o unos dirigentes empiezan a inquietarse porque se habrían “anoticiado” de que tanto a la CORIDUP como al CEPA y LIDEMA se les habría reconocido como instancias de CONTROL SOCIAL. Dejemos las cosas en claro: la figura del Control Social es un DERECHO que otorga la Constitución Política del Estado a todas las/os ciudadanas y ciudadanos bolivianos. Art. 241.-  establece: “ I. El pueblo soberano, por medio de la sociedad civil organizada, participará en el diseño de las políticas públicas.  II. La sociedad civil organizada ejercerá el Control Social a la gestión pública en todos los niveles del Estado, y a las empresas e instituciones públicas, mixtas y privadas que administren recursos fiscales. ….” EL CONTROL SOCIAL, NO ES UNA DÁDIVA DE NINGÚN SECTOR EN PARTICULAR.

En muchas ocasiones, como organizaciones del campo, sufrimos incomprensión por esta clase de afirmaciones, pero se debe saber que nuestra conciencia viene de cuidar y tratar, día tras día, la madre tierra. Nuestra lucha seguirá mientras haya contaminación.

CORIDUP

jueves, 8 de noviembre de 2012

Conversatorio: Comunicación y medio ambiente



El Centro de Ecología y Pueblos Andinos  (CEPA), la Liga de Defensa del Medio Ambiente LIDEMA, el Sindicato de Trabajadores de la Prensa Oruro y  Fundación Solón, este 6 de noviembre, organizaron un conversatorio denominado “Comunicación y Medio Ambiente” dirigido a periodistas y medios de comunicación de Oruro. El objetivo del evento fue compartir experiencias de periodistas ambientales de Europa (Bélgica)  con los periodistas locales y nacionales de nuestro país.

Cristian Dutry, periodista ambiental de Bélgica, trabaja desde 2000 para una revista quincenal de la Alianza de las Familias (280.000 suscriptores). En Oruro en 1995 fue co-fundador del CEPA, junto con Gilberto Pauwels. Se dedica principalmente a temas de medio ambiente, energía, globalización y culturas. Ha vuelto a Bolivia después de diez años para compartir  algunas experiencias de trabajo en su país como también de lo que ve como los desafíos principales en cuanto a la realización de una economía  sostenible, o sea justa y participativa, basada en  el modelo de un ecosistema y de uso racional de la energía y de los recursos naturales.

Cristian Dutry empezó de esta manera el conversatorio: “Nuestro gran enemigo es el quién siembra dudas en el corazón de la gente. El conocido escritor Norteamericano Mark Twain alguna vez escribió: ‘Mientras la verdad se está atando sus cordones, la mentira ya ha recorrido la mitad del mundo’. Sin duda ustedes tienen la misma experiencia de quedarse inundado por mucha información sobre los desafíos actuales que no podemos negar: el cambio climático, escasez de agua potable, contaminación del aire, la degradación de la fertilidad del suelo hasta su desertificación y la pérdida de la biodiversidad. Podríamos añadir la deforestación aunque esto me parece un problema más agudo en otras partes de Bolivia. Sin embargo la reforestación del altiplano, o por lo menos en ciertas partes con más agua, podría ser un desafío real. Y también el plantar aún más árboles en la ciudad y su posterior cuidado durante varios años.

En cuanto a Oruro yo veo las siguientes realidades a las cuales yo daría prioridad como periodista:

Primero: el AGUA, sin el cual no podemos vivir, ni tampoco sin flora ni fauna. Por un lado hay la minería que consume mucha agua y que a menudo larga sus aguas industriales sin mayor tratamiento en los ríos y los lagos. Existe cierto progreso en esto, pero queda mucho por hacer.  Por otro lado hay las aguas negras de la ciudad que también se vierten en el lago Uru Uru, mientras existe una estación de purificación que lastimosamente  actualmente no funciona por defectos técnicos y probablemente por un diseño que ha subestimado la cuantidad que se debería tratar. Al mismo tiempo existe el problema del rio Tagarete que sigue mandando agua ácida y no purificada de la mina de San José al lago.

Me parece una situación inaceptable y como periodistas ustedes deberían volver a menudo sobre este tema para que las autoridades y la misma población se mueven para que algo se hace para remediar esa situación. Los totorales del lago Uru Uru y Poopó tienen una capacidad limitada para purificar el agua y acumular los metales pesados. Ya se comprobó que la leche de las vacas que se alimentan con esas totoras, contiene metales pesados. Así que estamos envenenando a nuestros hijos desde su niñez.

Segundo: el AIRE, que respiramos en las calles de Oruro y en otros lugares donde hay actividades industriales y que afecta la salud de manera seria. En cuanto al tráfico, el transporte público podría funcionar exclusivamente con gas natural, sabiendo que el país tiene reservas grandes. Me doy cuenta que esto supone una cierta inversión, pero podría hacerse realidad con cierto apoyo del gobierno nacional por medio de bonos. A lo mejor dentro de algunos años se podría producir coches eléctricos con baterías a base de litio. Parece que existe un problema de falta de fuerza en las subidas, pero creo que esto también puede solucionarse con técnicas existentes.

En cuanto a la contaminación del aire por las fundiciones y otras industrias, se tendría que acudir a otros países con experiencia y tecnología apropiada. Por ejemplo, se podría invertir en planchas solares tanto para producir agua caliente como corriente eléctrico. Esto podría crear mucho empleo, porque su instalación  necesita bastante mano de obra que no necesariamente deberá ser de alta calificación técnica. Sin embargo, también se necesita personas calificadas en la electromecánica y hasta electrónica. Asimismo habría que indagar la posibilidad de instalar energía eólica en los lugares más aptos. Varios países en América Latina ya tienen experiencia con ese tipo de energía renovable. Además una inversión en tal molino produzca mucho más energía que cuando uno invierte la misma cantidad de dinero en planchas fotovoltáicas.

Tercero: la TIERRA, que nos alimenta. Allí veo sobre todo cómo nuestra basura está destruyendo la fertilidad. Sobre todo los plásticos que se derraman por todo lado en vez de ser recogidas y recicladas. Claro, cuesta dinero y esfuerzo tanto para organizar la recolección como para su reciclaje posterior. Un caso particularmente difícil es lo de las baterías deshechables. Son pequeños y fácilmente se bota en la calle. Pero también, ¿dónde se va llevar para reciclarlos? De todos modos, ya es un primer paso importante juntarlos en un lugar donde no puedan contaminar el medio ambiente. Otro ejemplo son las latas de aluminio que pueden ser reciclados,  sabiendo que para producir nuevo aluminio se necesita diez veces más energía eléctrica que para reciclar la misma cuantidad y reutilizarla.

Y se podría prescindir de las bolsas plásticas utilizando más bolsas de telas. Cuando yo utilizo una bolsa de plástico menos, este puede tener un efecto multiplicador: si cada orureño utiliza una bolsa menos por día, ya serán centenares de miles de bolsas que no se echan y que no contaminan.

Finalmente: el CAMBIO CLIMÁTICO, que nos afecta cada vez más. Es verdad que en esta los países desarrollados tienen la mayor responsabilidad, pero hemos llegado a tal punto que todos tenemos que hacer un esfuerzo para reducir nuestras emisiones de gases con efecto invernadero. También en eso, nos toca organizar una economía que sea realmente sostenible, o sea justa, ecológica y económica; sin que uno de los tres se encuentra aislada de los otros dos. Es un tema que merece nuestra atención por ser de suma urgencia. Ya los mismos científicos están sorprendidos por la velocidad de los cambios a nivel mundial”, finalizó Dutry.

En la segunda parte del conversatorio, el Ing. Jaime Caichoca,  técnico del CEPA y el Sr. Félix Laime Tapia, presidente  de la CORIDUP, realizaron un informe amplio sobre la Auditoría Ambiental a la operación minera de Kori Kollo de la Empresa Minera Inti Raymi (EMIRSA). Surgieron muchas preguntas e interrogantes sobre esta auditoría. Recordar que el pasado 7 de septiembre del presente  la Empresa Auditora PCA presentó el "informe" de la tercera fase de esta AUDITORIA AMBIENTAL. Es la primera experiencia de una auditoría ambiental a un proyecto minero que realizó su operación a cielo abierto durante 25 años, explotando oro y otros minerales. Sin embargo aun no se tiene el dictamen de la autoridad ambiental hasta la fecha, ni el informe del fiscal ambiental.

Participaron más de 45 periodistas a este conversatorio. Fue una experiencia rica de intercambio, diálogo y discusión.

Norma Mollo Mollo
Unidad de Formación y Comunicación - CEPA