
Gilberto Pauwels: Conversando. La antropología tiene una serie de técnicas de entrevistas que permiten acumular datos sobre lo que se piensa en relación a un determinado tema. Casi nunca va a ser una respuesta unívoca; la respuesta está siempre colorada por el género, la edad, estatus social, identidad étnica, religión, opción política, historia personal, etc... de los entrevistados. Sistematizando estos datos se llegará por lo menos a una tipología de tendencias. Pero, como sabes, para un antropólogo eso no es suficiente. No podemos limitarnos a registrar lo que dice la gente, debemos en lo posible confrontar lo que se dice con lo que hace la gente referente al tema en la vida cotidiana. Y es preferible que eso no se haga simplemente como un observador externo, sino participando hasta cierto grado en el evento, rito, trabajo, fiesta, peregrinación o lo que sea. Escuchar, observar, participar,... para poder sistematizar, interpretar, explicitar, analizar, y finalmente exponer, eso es lo que nos toca.
Alicia: Cuando se pregunta a la gente por qué están viniendo a la
Virgen, la respuesta es corta y poco relevante: "por costumbre; por
devoción; para pedir favores; para agradecer por lo recibido...", es
lo que más se escucha y los pequeños actos rituales que se realizan van en el
mismo sentido. Me pregunto si de esta manera vamos a profundizar mucho.
Gilberto: Se podía empezar con cambiar la pregunta. Podrían
ser más en el sentido de: "¿Quién es la Virgen para ti? A qué o a
quiénes representa la Virgen"? Creo que con este enfoque ya se podría
recibir respuestas más variadas. Y es importante preguntarlo no solamente
a los que están allí arriba en el cerro, sino también en otros
lugares y circunstancias. Uno u otro pueda contestar que es la Madre
de Jesús o que se trata de un ídolo, o que es la copia de la Virgen que está en
el santuario del Socavón, copia de la verdadera. La mayoría, pienso, la va a
relacionar con el Carnaval, con o sin referencia religiosa, al turismo,
como lugar de paseo, como expresión de la orureñidad,... La Virgen de Socavón
es nuestra, van a decir, es orureña.
Alicia: La Virgen del Socavón tiene su origen en la fe
católica, forma parte de la vida de la iglesia católica.
Iglesias evangélicas y otros grupos religiosos no la asumen como tal,
mientras que las prácticas religiosas andinas la tienen incluida en
su visión cósmica, pero dan a la Virgen un sentido propio. ¿Podemos
encontrar algo común en tanta diversidad?
Gilberto: Yo creo que sí. La Virgen del Socavón forma
parte de la historia de Oruro, tanto de la historia llamada "mítica"
(conocida como de las plagas), como de la historia socio-eclesial (enfocada
desde la lucha entre el bien y el mal) y la historia colonial -
contemporánea urbana (del Chiru Chiru y del Nina Nina). Todos damos una
interpretación propia a estas historias, pero todos aceptamos que forman parte
de nuestra identidad orureña. De hecho la imagen gigante de la Virgen ha sido construida
por nuestras autoridades con los fondos de todos. Eso es algo bonito que
no debe perderse. Ningún grupo o institución puede apropiarse de la
Virgen, la imagen es de todos los orureños. Todos podemos darle la
interpretación que queramos a condición de que nos respetemos mutuamente. Para
los católicos seguramente es un orgullo que un símbolo mariano ha llegado a
inculturarse plenamente en la identidad orureña, pero su significado no
puede ser impuesto a los demás. Es un monumento histórico para todos y al mismo
tiempo vivencial para muchos.
Alicia: La Virgen gigante es de cemento, es de piedra digamos, pero es nuevo,
es reciente. No tiene el recorrido histórico de la pintura mural de la Virgen
del Socavón en el santuario, ni de la víbora o el sapo transformados en piedras
según la historia oral local. Esta falta de raíces, ¿no va impedir que la
imagen llegue a tener un sentido religioso de importancia?
Gilberto: Sobre este tema escuché varios comentarios y
testimonios bonitos, que seguramente pueden ser enriquecidos o corregidos por
la investigación que van a hacer.
Primero, que haya una nueva imagen, -que es además una
estatua tan imponente y visible, -no representa ningún problema para nuestra
gente y no quita ninguna importancia a las demás imágenes. Las prácticas
religiosas de nuestra gente no son excluyentes; al contrario siempre existe
predisponibilidad para ampliar el horizonte. Es una característica más de la
religión andina que de la religión cristiana, pero es una actitud que
está profundamente presente en nuestro pueblo. Se percibe que Dios sigue
manifestándose de muchas maneras.
Segundo, efectivamente nuestra gente va a lo más
auténtico, fundamentado en las tradiciones antiguas. Por ejemplo, la
piedra del sapo ha sufrido un atentado con dinamita en los años 40 por un
militar que consideraba un peligro revolucionario la concentración de tanta gente
en este lugar. Posteriormente al lado del sapo destruido se construyó un
sapo de cemento, pero para los ritos de Carnaval se sigue dando
preferencia a los restos del sapo histórico de piedra. Así
también, al lado de la piedra que representa el cóndor, hace pocos
años la alcaldía construyó un cóndor de cemento, para dar mayor visibilidad al
lugar, pero para los ritos de Jallupacha y en otros momentos la atención
va en primer lugar a la roca del cóndor histórico. Y lo mismo pasa con la
víbora, donde se ha colocado una víbora grande de fiero. Los ritos se
hacen frente a las rocas ya negras de tantas fogatas. En este sentido
no hay duda: me parece que la Virgen del Socavón en el santuario mismo siempre
tendrá la preferencia de los feligreses que acuden a ella.
Tercero, el hecho que la presencia de la Virgen
del Socavón en Oruro ya no se visibiliza solamente mediante una
pintura frágil y vulnerable, sino por un monumento robusto y gigante de
cemento, de piedra, puede recibir, desde las tradiciones originarias, interpretaciones
llamativas. Según las tradiciones urbanas, los animales salvajes
que amenazaron la civilización ciudadana, fueron matados y petrificados
por una ñusta incaica. Según las tradiciones andinas de los Urus, ha sido al
contrario: los animales no fueron matados, sino precisamente para no ser
liquidados, se transformaron en piedras y con eso eternizaron su presencia en
este lugar. Que siguen bien vivos, dicen los ancianos, se demuestra por los
muchos ritos que les siguen haciendo la gente pidiendo beneficios y
protección. Ahora, se dice que también la Virgen es de piedra
y que con eso se está asegurando su presencia en Oruro para siempre, a
beneficio de todos los orureños y de todos los que acuden a ella. La Virgen ha
llegado a ser una parte inseparable de la cosmovisión orureña.
Estas tres propuestas de conclusiones
antropológicas, se les doy como hipótesis. No puedo entrar ahora en los
detalles de comprobación. Espero que los datos que van a recoger, puedan dar
nuevas luces sobre el significado que puede tener la Virgen gigante para los
diferentes sectores de la población: el sector urbano, -por un lado
del centro y por el otro lado de la periferia, -y el sector originario,
tanto campesino como minero.
Alicia: Una última pregunta, más allá de la entrevista sobre la investigación
antropológica. Quiero iniciar ya la investigación con una entrevista
personal de profundidad. Para, Gilberto, ¿cuál es la característica más
importante que tiene la Virgen del Socavón?
Gilberto: Ay, esta es una pregunta difícil. Lo que voy a
dar como respuesta es simplemente una percepción personal, que no quiero
imponer a nadie. Es una interpretación un poco fuera de lo común y corriente,
porque estoy convencido que todavía no hemos descubierto ni divulgado en su
plenitud "el patrimonio oral para la humanidad" que sustenta el
Carnaval de Oruro. Me explico.
La Entrada del Carnaval ha tenido que complementarse
con el Anata, por respeto a la riqueza histórica de música, bailes, trajes,...
del Carnaval de nuestro departamento. Lo mismo tiene que hacerse todavía con
las tradiciones orales, que pueden explicitar los hechos y procesos históricos
y naturales que estamos festejando. Hasta ahora nos contentamos con las
tradiciones mayormente urbanas, posiblemente cargadas de perjuicios coloniales
y discriminación inconscientes. Nos falta recuperar las tradiciones orales
rurales sobre el Carnaval y sobre la Virgen. Deben contener una riqueza
extraordinaria. Ojala que no sea ya demasiado tarde.
Doy un ejemplo. Acabo de ver la producción
audiovisiual "La Danza de los Diablos", de la cual una parte ha
sido realizado en Chuzekery con el apoyo de CEPA, entre otros. La película
está hecha a base de la poesía de Don Carlos Mendizábal Camacho. Lo importante
ocurre al final. Durante toda la película, el arcángel San Miguel y los Supay
están peleando a muerte, pero al final la Virgen del Socavón les junta y les
hace bailar juntos. Aquí hay que tomar en cuenta que los Supay
originalmente representan los antepasados, de ninguna manera espíritus del mal.
La Virgen reconcilia, unifica el mundo cristiano con el mundo andino. Este
hecho lo encontramos también en las tradiciones orales más remotas. Y es
lo que siempre me ha llamado la atención en el santuario. San Miguel, llegando
a la Virgen del Socavón, se comporta exactamente de la misma manera que
los Supay (de la Diablada). No hay confrontación, sino es
un encuentro muy emocional de todos con la Virgen. La Virgen no
se presenta con una espada, sino con un Niño en sus brazos y con una vela
como símbolo de la vida que le espera al Niño: gastar y entregar su vida
siendo luz para los demás.
Para mí, la Virgen del Socavón es símbolo de unidad y
diálogo en la diversidad, entre todo y todos, entre clases sociales,
ecosistemas, culturas y religiones, sin exclusiones. Son los orureños mismos
que han entendido el mensaje y han
convertido y transformado la confrontación en convivencia.
Pero eso es la visión a la que personalmente he
llegado; ahora toca a vosotros registrar la diversidad de interpretaciones
existentes y los caminos de convergencia hacia la Virgen Orureña. La Virgen
gigante de piedra es una nueva expresión más de la experiencia religiosa única
y ya larga del pueblo de Oruro.
Alicia: La tarea que nos quieres dar, me parece demasiado
grande. Pero sí, trataremos de salir de las descripciones y explicaciones de
siempre y de encontrar nuevas facetas que puedan ayudar a entender mejor lo que
vive y busca nuestro pueblo.
Alicia Cuiza Churqui
Unidad de Formación y
Comunicación – CEPA
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