Los datos
oficiales recientemente publicados del Censo Nacional de Población y Vivienda
2012, reflejan que en Bolivia somos
10.027.254 de habitantes; sin embargo, solamente se consultó a 6.916.732 sobre su
pertenencia o no a pueblos y naciones indígena originario campesino y
afroboliviano, entre los cuales 2.806.592 declararon pertenecer y 4.032.014
dijeron que no pertenecen. La pregunta estaba dirigida únicamente a personas a
partir de los quince años para arriba.
Con estos datos breves queremos
abordar el tema concreto de los Urus del lago Poopó, a fin de reflexionar un
poco acerca del conocimiento que se tiene y, por tanto, la atención que reciben
estos pueblos por parte del Estado boliviano. El denominativo muy común de
“muratos” que aparecen en muchos documentos oficiales del Estado (leyes por
ejemplo), también fue empleado como una de las categorías de autoidentificación
indígena originaria en el Censo 2012, sin considerar que el nombre de “murato”
es rechazado por muchos de los actuales urus del lago Poopó, porque encierra
connotaciones negativas en una larga historia de discriminación y desprecio que
han sufrido estos pueblos.
El Censo 2012 señala que los
“muratos”, refiriéndose a los urus del lago, son 143 habitantes. Nosotros
realizamos un diagnóstico comunitario también el año 2012, en las tres
comunidades urus: Puñaca Tinta María, Vilañique y Llapallapani, registrando una
población aproximada de 636 habitantes. La diferencia es notoria, 493
pobladores urus desaparecen en las estadísticas oficiales, lo cual nos lleva a
preguntarnos: ¿Qué fue lo que pasó? ¿Será que estos 493 urus son menores de 15
años?, lo que significaría de un 77,5% son niños y niñas y, por tanto, no
aparecen con su identidad étnica debido a las normas censales.
Nuestra experiencia de trabajo con
los pueblos urus del lago, y aún la marcha que protagonizaron en el mes de
marzo del presente año, inmediatamente contradicen los datos oficiales, ya que
durante la marcha se encontraban más de doscientas personas (lo que está muy
registrado por la prensa), donde pocos eran menores de edad. En consecuencia,
es necesario buscar otra explicación para tal reduccionismo oficial de la
demografía uru del lago Poopó. Consideramos que el problema radica en la
categoría étnica que se usó para identificar a este pueblo, es decir, el
denominativo de “murato”.
Es posible que muchos urus del lago,
al ser consultados sobre su pertenencia étnica, sencillamente se hayan identificado
como “urus”, pero como tal categoría no estaba contemplada en las boletas
censales, los encuestadores los colocaron dentro el grupo de “otros”. El
colocar únicamente la opción de “muratos”, puede ser la causa de la reducida
población que se presenta para este pueblo originario, pues recordemos que para
muchos urus este denominativo es sinónimo de discriminación y, por tanto, lo
rechazan.
Los urus
actuales que habitan a orillas del lago Poopó, señalan que el término “murato”
fue empleado por mucho tiempo por sus vecinos aymaras para designarlos en
sentido despectivo, por ello que han decido nombrase a sí mismos como “Urus del
lago Poopó” o Qotzuñi (gente del agua). Según algunas versiones, “murato”
derivaría de “morado”o “mulato”, por el color de piel más oscuro que tienen con
relación a los otros pueblos indígenas de la región, lo cual representaría una
categoría racializada que además reflejaría su diferencia étnica y cultural
frente a los otros pueblos indígenas de la región.
Por tanto, hay
que tener presente el respeto por la propia autodenominación de los pueblos
indígena originarios y no reproducir el nombre que otros les han impuesto y
que, además, pueden tener significados negativos. A manera de ejemplo, algunos
pueblos indígenas de Canadá, comúnmente conocidos como “esquimales”
(devoradores de carne cruda) han decidido rechazar este nombre por considerarlo
despectivo y actualmente han asumido el nombre de “Inuit” (pueblo); lo mismo
con el pueblo Weenhayek (pueblo diferente) en el Chaco boliviano, que antes
eran llamados “matacos” en sentido de desprecio por los pobladores andinos
debido a su cultura diferente de pescadores y cazadores.
Hemos creído conveniente reflexionar
sobre este tema, a propósito de los resultados oficiales del Censo 2012, dado
que los datos estadísticos que ofrece se emplean para planificar el futuro de
la población en términos sociales, económicos y hasta políticos, nos
preguntamos ¿cuáles serán las consecuencias para los urus del lago Poopó que
han quedado reducidos a un ínfimo número de habitantes? La condición de minoría
étnica en tierras altas, desde ya significa muchas desventajas para el pueblo
uru en la actualidad, que a duras penas están logrando ser atendidos por el
Estado, pues para algunos se trata de un pueblo
“políticamente no rentable”.
Peor aún, si el Censo minoriza más al
pueblo uru del lago Poopó, ¿qué sucederá con los Urus Iruhitu a orillas del
Desaguadero en el Departamento de La Paz?, para las estadísticas oficiales este
último pueblo ni siquiera existe. Seguimos pensando que el error fue no emplear
la categoría “uru” en las boletas censales.
Marcelo Lara B.
UNIDAD DE CULTURAS – CEPA
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