El pasado 22 de agosto, en la ciudad de Santa Cruz
se desarrolló un encuentro de los pueblos involucrados en el “Anteproyecto de Ley de Protección a Naciones y Pueblos Indígena Originarios en peligro de
extinción, en situación de aislamiento voluntario y no contactados”.
El encuentro se realizó a convocatoria del
Viceministerio de Justicia Indígena Originario Campesino, que es la instancia
que realizó el mencionado anteproyecto, con objeto de socializar los avances y
su posterior validación por los representantes de los pueblos convocados. Los
Urus del lago Poopó, que fueron incluidos en este anteproyecto luego de la
marcha que protagonizaron en el mes de marzo, participaron del encuentro
haciendo conocer sus observaciones, en tanto esperan que esta Ley responda
efectivamente a sus demandas.
Lo primero que observaron los Urus del lago, es que
a ellos les corresponde la categoría específica de “pueblos en peligro de
extinción”, descartando la otras categorías de “situación de aislamiento
voluntario” y “no contactados”. De igual manera, reclamaron por qué la
propuesta de Ley no los menciona específicamente como pueblo, con su nombre y
apellido, es decir “Urus del lago Poopó”; sólo se menciona a los Urus en
general y se hace referencia a Chipaya que es solamente uno de los pueblos Urus
en Bolivia.
Un representante del Viceministerio de Justicia
Indígena Originario Campesino, expuso las experiencias de los trabajos
realizados en diferentes lugares del país, para elaborar el anteproyecto. De su
exposición, los Urus advirtieron que toda la preparación de los antecedentes se
hizo en función de la realidad de pueblos en tierras bajas, sin tomar en cuenta
la propia situación de los pueblos minoritarios de tierras altas como los Urus.
Si bien hay realidades compartidas entre los Urus y esos pueblos como:
insuficiencia de tierras, cuidado de los recursos naturales y su hábitat, medio
ambiente, la falta de titulación de sus tierras cuando faltan apenas dos meses
para que el INRA cese sus funciones, etc., los Urus consideran que no se
analizó su realidad particular. Entonces, es obvio que la inclusión de los Urus
en el anteproyecto, fue una salida de las autoridades estatales ante las
demandas expresadas en la marcha, ya que se les negó toda posibilidad de contar
con una Ley Especial para los pueblos Urus del lago Poopó.
Por su parte, Nelson Cox, director del
Viceministerio de Justicia Indígena Originario Campesino, expuso el contenido
del anteproyecto de Ley. Todos los participantes del evento escucharon
atentamente para luego expresar firmemente sus observaciones. Principalmente,
se observó la parte donde se manda la creación de la “Dirección General de las
Naciones Pueblos Indígena Originario” (DIGEPIO), dependiente del
gobierno central y con atribuciones que contradicen el derecho de
autodeterminación de los pueblos indígenas. Además, esta Dirección tendría el
“poder” de autorizar la presencia de cualquier institución y/o persona en los
territorios de los pueblos indígenas involucrados en el antreproyecto, quienes
se verían incluso sancionadas con penas de 10 a 15 años de privación de
libertad, por los delitos de “genocidio cultural” o “perturbación cultural”,
términos que ni siquiera se definen claramente en la propuesta del
Viceministerio. Al respecto los participantes de los diferentes pueblos
asistentes expresaron su total desacuerdo y disconformidad, manifestando que no
puede existir una instancia que sobrepase las atribuciones de sus propias
estructuras organizativas y de su derecho al autogobierno y autodeterminación.
Lo que sí está claro, es que para algunos pueblos
indígenas, los que debían ser penalizados son las grandes empresas y/o el mismo
Estado, que desarrollan actividades extractivas en los territorios de pueblos
indígenas en peligro de extinción, en situación de aislamiento y no
contactados, afectando a sus medios de vida. Exigieron que debe anotarse lo
anterior de manera clara en el anteproyecto.
Para los Urus del lago Poopó –así como para otros
pueblos, según lo expresaron ellos mismos-,
el evento no trae mayores esperanzas, ya que ni siquiera se toma en
cuenta que por disposición legal debería reconocerse un territorio para pueblos
que por razones históricas han sido limitados de este espacio vital. Los Urus
consideran que sólo con un territorio se puede asegurar la supervivencia de los
pueblos y, por tanto, evitar su extinción.
En síntesis, por lo poco que el anteproyecto llamó
la atención entre los pueblos asistentes, se puede concluir que aún falta un
proceso mucho más serio en su diseño y redacción, con verdadera participación
de los pueblos que serán beneficiados. Desde la óptica de los Urus del lago
Poopó, la propuesta de Ley no trae soluciones claras a sus demandas
manifestadas durante su marcha a La Paz. De todas maneras, han hecho llegar sus
observaciones a los diseñadores del anteproyecto, esperando que se tomen en
cuenta; eso sí, tal como está, no se aceptará la propuesta.
APOLINAR FLORES T.
Asesor
Urus Lago Poopó - CEPA
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