martes, 11 de junio de 2013

Misa-y-Salud por el Dia del Medio Ambiente



El día 5 de junio de 2013 se celebró una misa de salud por la madre tierra. La celebración se realizó en el Santuario del Socavón, presidida por el P. Omar Leiva, OSM y concelebrada por el P. Luciano Lachance, OMI. Durante el rito penitencial se pidió perdón a Dios, perdón por dañar su creación y herir al medio ambiente con nuestras actitudes irresponsables y  falta de voluntad política de nuestras autoridades, políticas municipales y departamentales. De la misa participaron representantes de instituciones como el CEPA, LIDEMA, CORIDUP,  JARAÑA, SANTUS MARKA T`ULA, el Centro Mariano, Red Pio XII, CAEP, Movimiento Franciscano de Justicia y Paz y estudiantes de algunos establecimientos de nuestra ciudad, entre ellos Bolivia Japón.

¿Misa de salud o misa-y-salud?
A simple vista, estas palabras parecen tener el mismo significado. Las familias, al acercarse a una iglesia católica, solicitan la celebración de una “misa-y-salud” y en consecuencia y concordancia con los sacramentos, el secretario o secretaria inscribe para el solicitante una misa de salud y la celebración se la realiza a través de una misa o simplemente una liturgia de la palabra.

Para el mundo andino, esta celebración es muy importante ya que esa celebración no necesariamente tiene que ver con la sanación de una enfermedad, sino lo que se pretende es cambiar la dirección de la “suerte” del que es llevado a “misa-y-salud” y goce de bendiciones y abundancia. Para la realización de esta celebración se nombra un padrino con bastante anterioridad. Este es el encargado de pagar por la inscripción de la misa y además tiene la responsabilidad de comprar ropa nueva (como para el bautizo). En tanto la familia del que recibirá la misa-y-salud prepara abundante comida y bebida para los invitados quienes llegan con regalos o “t’ipar” (prender) dinero, al agasajado.  Al salir de la misa hay abundante mixtura y el padrino regala al ahijado una vela para indicarle la luz de su nuevo caminar. Como de costumbre, al momento de abrazar y desear felicidades, se dice que sea en buena hora.

La misa-y-salud es destinada a las personas que no les va bien en la vida o a las que retornan del cuartel. En el área rural se ofrece al día siguiente del matrimonio para pedir bendiciones y abundancia en el hogar. Por lo que podemos decir que misa-y-salud no sólo la recibe una persona enferma, sino que también aquellos que “tienen mala suerte o frecuentemente les va mal en la vida” y por tanto con esta celebración podrán vencer esos obstáculos y salir adelante en beneficio de sí mismo y de sus familiares. Como traducción aproximada de esta palabra, podría tener relación con misay: v.tr.
  ganar; vencer; competir; triunfar (http://aulex.org/qu-es/?busca=misay) Lo que se busca con esta celebración es la solidaridad y el compromiso de apoyo hacia la persona que recibe esta bendición. A los familiares “se les exige asumir su responsabilidad” para que el joven o la joven “salga adelante en la vida”.

¿Qué significado tiene la misa-y-salud por el medio ambiente?
Durante la misa, el P. Omar, haciendo referencia a la lectura del Génesis, nos recordó que el hombre es parte de la tierra, porque Dios creó al hombre de esta tierra. Nos recordó que el ser humano es parte de este planeta y que la tierra está viva. Por tanto, la responsabilidad del ser humano es agradecer a Dios por su creación. Nos invitó a asumir nuestra responsabilidad frente al daño que continuamente le hacemos a la madre tierra con la basura y la contaminación de las aguas.

En el momento del ofertorio se presentaron los frutos que la misma madre tierra ha producido en esta época: papa, oca, haba, quinua y otros. Se puede decir que, después de haber pedido perdón por nuestra falta de respeto en el manejo de los recursos naturales, este acto tuvo dos significados importantes: una de agradecer a la madre tierra por los productos que nos otorgó generosamente y dos como un acto de compromiso de que gracias a una producción compartida vamos a acabar con el hambre en nuestro planeta. En ese contexto se compartió un aptapi (comida comunitaria y solidaria) entre todos los invitados.

¿Cómo cambiar la suerte de nuestro planeta? Es que todos, hombres y mujeres, debemos sentirnos parte de esta creación y asumir que el bienestar de nuestro planeta es responsabilidad nuestra. Quien va a ganar no sólo es la tierra, sino también el ser humano mismo, ya que lo que produzca la tierra y el agua, será para el bien de la humanidad en el presente y el bien de las generaciones futuras.

Julián Arias Carballo
CEPA – LIDEMA

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