martes, 13 de diciembre de 2016

II conversatorio: Cambio Climático, efectos en la producción, el agua y el ámbito sociocultural en los lagos Poopó y Uru Uru

El II Conversatorio dirigido a los periodistas denominado CAMBIO CLIMÁTICO, EFECTOS EN LA PRODUCCIÓN, EL AGUA Y EL ÁMBITO SOCIOCULTURAL EN LOS LAGOS POOPO Y URU URU. Evento organizado por el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), la Facultad de Ciencias Agrarias y Naturales de la UTO, la Red Pio XII y el Grupo de Trabajo Cambio Climático y Justicia (GTCC-J) con el objetivo de sensibilizar  a los periodistas y a través de ellos a la población en general, respecto a la problemática señalado, desde un punto vista técnico y social. Logró que más de sesenta periodistas participaran en franco conversatorio con la Federación Departamental de Cooperativas Pesqueras del lago Poopó a través de su represéntate Juan Toroni y Claudio Calisaya de la Central de Cooperativas Pesqueras del lago Uru Uru.

También estuvo presente el Ing. Milton Pérez docente investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias y Naturales de la UTO  a través de quién indico “El altiplano boliviano tiene su origen hace unos 24 miles de años, Producto del plegamiento de la placa continental de Sur América y la placa oceánica de Nazca, su situación actual se formó hace unos 12 miles de años atrás.  En ese tiempo la zona era diferente en cuanto al clima, aspecto explicado por la teoría de Milankovitch (referente a los cambios en la precesión, excentricidad y oblicuidad de la órbita de la Tierra). Sin lugar a duda, el altiplano fue una zona de cambios ambientales muy intensos en su vida geológica. Depósitos lacustres indican que existieron antiguos cuerpos de agua, cronológicamente, los lagos: Mataro, Cabana, Ballivian, Minchin (27 mil años atrás), Tauca (12 - 13 mil años atrás),  lago Titicaca (1500 años),  lago Poopó (1000 - 1500 años), lago Uru Uru (aparece en 1955) de los cuales todos fueron reduciendo su superficie de forma natural.

En estas últimas décadas, principalmente a finales del siglo XIX y todo el siglo XX, hubo un incremento de actividad industrial y con ello el bien conocido calentamiento global, que tiene sus implicancias en el desequilibrio del balance hídrico, en especial en el altiplano boliviano. Donde se ha incrementado el proceso de evapotranspiración, acompañado del fenómeno del NIÑO que trae intensas sequías con elevadas temperaturas, cada vez más frecuentes (de 5 a 7 años). A esto se suma el mal manejo del recurso hídrico, en especial cuando se implementan sistemas de riego, tanto en el lado peruano (reduciendo el caudal del río Mauri tributario del río Desaguadero) como en el lado boliviano, producto de esto la disminución radical del caudal del río Desaguadero, principal tributario del lago Poopó. Como si esto no fuera poco, tenemos una intensa actividad minera ya sea cooperativa, pública y/o privada que utiliza ingentes cantidades de agua, que ha generado un ambiente desolador (contaminación de aguas, suelos, vegetales, animales) alrededor del lago Poopó, principalmente en la parte oriental, donde se ubica diversos centros mineros Huanuni, Poopó, Antequera y al lado noreste del lago tenemos la presencia de la empresa Inti Raymi. Por otra parte la actividad agroproductiva de estos últimos años, en especial el cultivo de quinua amplió la frontera agrícola, sin ninguna planificación en la parte sur del lago, dejando el suelo desnudo buena parte del año con el riesgo de arrastre de sedimentos en épocas de estiaje (generado por los vientos de Humbolt). Todos los factores antes citado, han contribuido junto a los procesos naturales, al arrastre continuo de sedimentos al lago, por ser una zona endorreica, generando procesos de colmatación. Es así que en las gestiones 2015 y 2016 sucedió un fenómeno sin precedentes (por la intensidad y el tiempo transcurrido), la reducción del espejo de agua del lago Poopó, existiendo en el mes de agosto de 2016 solamente 90 km2 con una profundidad de 30 cm. La Facultad de Ciencias Agrarias y Naturales de la UTO, tiene estudios de modelamiento  que preveen diferentes escenarios, pero todos llegan al mismo resultado nuestro lago Poopó se secará. Desde un punto de vista natural este hecho tiene que pasar en miles de años, con la actual situación y en especial los factores mencionados, ese tiempo se redujo. No olvidemos que el lago Poopó es un regulador que genera un mesoclima y con esto condiciones de hábitat diferentes al altiplano norte y sud de Bolivia por lo que es importante entender el problema del lago Poopó desde un punto de vista integral y, principalmente funcional no así como un simple hecho de un ciclo hidrológico natural. Somos corresponsables del la situación actual y depende de todos el cómo sea en un futuro próximo” finalizo Pérez.

Ruth Vilchez Torrejon técnico del CEPA en su exposición indico “La muerte de peces y aves en noviembre del 2014, y la visible perdida del espejo de agua del lago Poopó en la gestión 2015, han sido los eventos que llamaron la atención de la población y de las autoridades departamentales y nacionales. Los efectos de este desastre ambiental, permitieron conocer y generar muchos estudios académicos, científicos y técnicos que demostraban el desgaste físico, químico, ambiental e hídrico del lago Poopó, los que sirvieron, en cierta medida, para que se inicien acciones que vayan a compensar los ingresos económicos perdidos por la actividad de la pesca en las familias pesqueras, porque era inminente la sequía del lago, y la paulatina desaparición de la biodiversidad existente.

Sin embargo, las justificaciones técnicas por la pérdida del espejo de agua, no tienen la capacidad de visibilizar el deterioro del componente socio-cultural de las comunidades afectadas; porque las familias en el afán de compensar la reducción de sus ingresos económicos familiares y comunales, crearon mecanismos de compensación laboral como la constante movilidad poblacional, migración a poblaciones intermedias y ciudades capitales optando por trabajos temporales o subempleos. Muy ligado a este aspecto, también está la erosión de las prácticas rituales y festivas, que permiten mantener el diálogo permanente entre el hombre y su entorno natural. Las comunidades pesqueras siempre han mantenido esta relación espiritual con las aguas del lago Poopó, lo que ha permitido un equilibrio social entre la población humana y la biodiversidad del lago; sin embargo, las prácticas  que permitían este dialogo han ido erosionándose, resquebrajando la calidad socio-cultural de estas comunidades. Por todo ello, es importante que los actores involucrados en la problemática del lago Poopó, no pierdan de vista que las justificaciones técnicas deben estar en conexión intrínseca con la vida socio-cultural de la población humana que tiene como fuente de vida a este lago. Finalizo Vilchez

Este evento es parte de un ciclo de información dirigido a los periodistas de la ciudad de Oruro para generar opinión pública en la ciudadanía.

Norma Mollo Mollo
UNIDAD DE JUSTICIA SOCIOAMBIENTAL - CEPA
GRUPO DE TRABAJO CAMBIO CLIMATICO Y JUSTICIA - ORURO

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