lunes, 31 de marzo de 2014

LOS URUS DEL LAGO POOPÓ A un año de la marcha hacia la sede de gobierno



Ha transcurrido un año desde que los Urus protagonizaran una marcha hacia la sede de gobierno, demandando atención del Estado para resolver problemas de profunda duración histórica: 1) reconocimiento y respeto a su identidad cultural, diferente de las mayorías aymara y quechua que predominan en la región andina; 2) desarrollo productivo para las comunidades Uru; 3) atención en salud y educación; 4) respeto y protección del lago que es su hábitat y fuente de subsistencia; 5) aprovechamiento preferencial de los recursos lacustres al igual que sus ancestros, y 5) principalmente, más tierras y reconocimiento de un territorio para los Urus del lago, que actualmente ocupan espacios muy pequeños, además que están divididos en diferentes provincias y municipios, lo que dificulta su desarrollo y pone en riesgo su continuidad como pueblo y como cultura.

La marcha de los Urus, realizada entre el 5 y 14 de marzo de 2013, fue una llamada de atención para la sociedad y el Estado boliviano que largamente los han olvidado y marginado. Solo por tratarse de un pueblo “minoritario” y con una cultura diferente de pescadores, cazadores y recolectores, los urus sufrieron permanentemente el avasallamiento de sus territorios, discriminación y subordinación social, económica, cultural y política. La evidencia de lo anterior está ampliamente documentada, desde crónicas coloniales hasta estudios recientes; también las actitudes que muchos de sus vecinos y el propio Estado mantienen hasta hoy en día con respecto a los Urus, son signos de discriminación y exclusión.

La marcha de los Urus del lago, en marzo del 2013, nos dejó un mensaje claro: reconocimiento y respeto a los derechos de uno de los pueblos más antiguos de los Andes; atención a sus problemas y necesidades como única forma de asegurar su pervivencia social y cultural. Concretamente, el conjunto de sus demandas pueden resumirse en los siguientes puntos:

1. IDENTIDAD CULTURAL: Reconocimiento y respeto a la identidad y cultura de los Urus del lago Poopó, como pueblo milenario de los Andes, anteriores a los Aymaras y Quechuas. Respeto a su diferencia específica, sin que sean tratados bajo el modelo cultural de otros pueblos originarios mayoritarios, los Urus del lago demandan: “NO MÁS DISCRIMINACIÓN, NI HUMILLACIÓN”.

2. TERRITORIO: La pervivencia del pueblo Uru no se puede pensar sin un territorio. Como “Qotzuñi” u hombres del agua, los Urus consideran al lago Poopó su territorio ancestral, ya que el lago es su fuente principal de sustento económico, base de historia e identidad; es su “Quchamama”. Por otro lado, el lago Poopó se ha ido reduciendo, dejando descubiertas amplias extensiones de tierra, mismas que el Estado reconoce como “terreno de dominio público”, es decir, que no pertenecen a nadie. Los Urus reclaman estas tierras como base para la consolidación de un territorio, como restitución histórica del territorio de sus antepasados que, además, les permita generar su fortaleza organizativa, cultural y desarrollo socio-económico. Actualmente, los Urus del lago Poopó se encuentran divididos en tres comunidades pertenecientes a provincias y municipios  distintos – no porque ellos quieren, sino debido a políticas estatales que nunca consideraron la realidad de este pueblo -, lo que dificulta la articulación de un proyecto único de vitalización social, económica, política y cultural que esté en consonancia con los derechos de pueblos indígena-originarios reconocidos en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia.

3. TIERRAS Y RECURSOS LACUSTRES: La tierra es un recurso fundamental para los Urus del lago Poopó, sobre todo, como una estrategia para complementar su economía lacustre con otras actividades agropastoriles, ya que los cambios en el ecosistema del lago han provocado la disminución de recursos que antes les permitían vivir exclusivamente de la caza, la pesca y la recolección. Las comunidades Urus actuales ocupan espacios muy reducidos de tierras, que apenas les alcanza para construir sus viviendas o para una agricultura en muy pequeña escala. El acceso a este recurso vital está condicionado por las limitaciones que les imponen sus vecinos, quienes ven a los Urus como simples inquilinos y con pocos derechos. La resolución al problema de tierras insuficientes de los Urus del lago, es otra demanda que hasta la fecha no ha merecido mayor atención por parte de las autoridades.

Por otro lado, en cuestión de recursos lacustres: peces, aves, plantas u otros que constituyen la base de la economía tradicional Uru, los Urus del lago demandan el aprovechamiento preferencial de los mismos; ya que, se trata de un pueblo de pescadores, cazadores y recolectores desde tiempos muy remotos, que no sólo representa una actividad económica para ellos, sino todo una forma de vida y una cosmovisión. Por ejemplo, la pesca es una actividad central en la vida de los Urus, aunque ahora comparten dicha actividad con otras poblaciones Aymaras, para quienes la pesca es únicamente complementaria a sus actividades agropastoriles muy desarrolladas.  Sin embargo, las autoridades departamentales encargadas de regular esta actividad, tratan a unos y otros con las mismas reglas, sin comprender que los Urus son pescadores tradicionales. Los Urus piden el aprovechamiento preferencial de los recursos del lago, en lógica relación con su modo de vida ancestral.

4. PROTECCIÓN DEL LAGO: Como mencionamos anteriormente, los Urus consideran al lago Poopó como su “Quchamama”, la fuente de su identidad, historia y sustento económico. Lamentablemente, el lago está afectado por la contaminación minera y está amenazado también por los cambios climáticos, sin que existan políticas estatales claras para su protección y conservación. Los Urus perciben que la calidad y cantidad de agua, de peces, plantas y aves ha disminuido considerablemente, poniendo en riesgo su salud y su vida misma como pueblo y como cultura. Por tanto, los Urus demandan atención urgente sobre este problema.

5. DESARROLLO PRODUCTIVO: La escasez de tierras, la ausencia de un territorio unificado, la disminución de los recursos lacustres y la poca sensibilidad de las autoridades ante esta situación, sitúan a los Urus del lago Poopó en una condición de pobreza. Por eso, lo Urus reclaman ser atendidos con proyectos de envergadura que resuelvan sus necesidades a largo plazo, no con pequeñas iniciativas como se hizo hasta ahora por autoridades municipales o departamentales. Para esto, primero se debe resolver el tema de mayor acceso a tierras, así como apoyo para actividades agroganaderas, proyectos alternativos en artesanía, crianza de peces, turismo comunitario, etc. Se demanda al Estado facilitar las inversiones en este sentido.

6. SALUD Y EDUCACIÓN: Los Urus del lago Poopó consideran que la superación de muchos de sus problemas y necesidades será posible también mediante la optimización de la educación escolarizada, lo que requiere aspectos como: mayor y mejor infraestructura, equipamiento educativo, mayores condiciones de acceso a la educación: primaria, secundaria y superior. La educación para los Urus es una estrategia terminar con la discriminación que sufrieron desde tiempos de sus abuelos. En salud existe una demanda similar, infraestructura, equipamiento,  personal especializado y otros aspectos necesarios para asegurar el bienestar de las familias.

Hasta aquí, hemos rememorado algunas de las principales demandas de los Urus del lago Poopó en ocasión de la marcha que protagonizaron en el mes de marzo de 2013. Seguro que los propios Urus informarán en el momento oportuno los avances y logros que se han tenido hasta la fecha; por nuestra parte conocemos que aún falta mucho camino por andar. Para ello se requiere de mucha voluntad y sensibilidad por parte de las autoridades estatales y otros actores sociales involucrados y comprometidos con la causa de uno de los pueblos más antiguos de los Andes: LOS URUS DEL LAGO POOPÓ.

Marcelo Lara B.
UNIDAD DE CULTURAS - CEPA

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