Con el nombre de “Interculturalidad. Actualidad y
horizontes”, se llevó adelante el viernes 13 de julio la conferencia magistral
del Ph.D. Juan José Bautista, en ambientes de la Casa de las Hermanas Cruzadas
(Beaterio de Nazaria Ignacia), ante una masiva concurrencia de participantes. El
evento fue organizado por el Centro Misionero para América Latina Maryknoll
(Cbba.), el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), el Centro de
Investigaciones Políticas Sociales (CIPS) y Radio Jacinto Rodríguez.
El evento contó además con la presencia de Ph.D. José
Luis Saavedra en calidad de comentarista. La exposición de Juan José Bautista
se centró en la explicación sobre el origen del pensamiento moderno
eurocéntrico y sobre la forma como Europa logró posicionarse como centro geopolítico
del mundo, a través de una concepción construida sobre lo moderno (la propia
Europa) frente a lo bárbaro y salvaje (otros pueblos no europeos). Dicha
explicación fue fundamentada a través del proceso histórico de sistemas
civilizatorios mundiales que antecedieron a la “modernidad” europea, a partir
del desarrollo de la alimentación y la tecnología. Expuso un recorrido desde la
civilización del Nilo (en el norte de África), pasando por la India, la
Mesopotamia, la China y la Civilización Andino Amazónica, enfatizando el aporte
civilizatorio de estas culturas a la humanidad.
Crítica a la modernidad
eurocentrada
Uno de los elementos relevantes en la exposición fue
la crítica a la modernidad eurocentrada, construida por el propio mundo europeo
y donde éste aparece como centro del mundo geopolítico. Esto, según Bautista,
es fruto de la apropiación que hicieron los europeos de los conocimientos de
otras civilizaciones para beneficio propio, lo cual derivó en una actitud de
dominación del trabajo humano (a través del capitalismo) y de la naturaleza. La
consecuencia es evidente, afirmó, en un contexto actual donde asistimos a la
destrucción de la naturaleza y al ensanchamiento de la brecha entre ricos y
pobres. Para Bautista, en última instancia, esto significa la “destrucción de
la vida”.
Esta forma de pensamiento se habría fundado en la
construcción de una “racionalidad moderna”, fruto de la negación del
pensamiento medieval. Esta racionalidad moderna y eurocéntrica se impuso
negando otras racionalidades de las civilizaciones y culturas no europeas que
quedaron en la periferia.
La “modernidad” en América se habría instaurado, desde
1492, en el modo de ser y el pensamiento de los sujetos con una lógica de
inferioridad, donde los europeo-norteamericanos se muestran como referentes y
horizontes para ser alcanzados, como única alternativa para lograr el
desarrollo de las sociedades. Según Bautista, se trata de un querer ser como
los europeos-norteamericanos, negando lo que somos. Así se ha internalizado en
nosotros un sentido de “inferioridad”, es decir, creer que al no ser europeos
somos inferiores. También señaló que esta forma de ejercer el poder a nivel
planetario por parte de la modernidad, actualmente se manifiesta en las
relaciones de dependencia de los Estados con las transnacionales, a lo cual denominó nueva colonialidad o
neocolonialidad.
Alternativa
¿Cuál sería la salida para esta forma de pensamiento
que depreda la naturaleza, destruye la vida e inferioriza a los no europeos? La
respuesta fue tajante: recuperar el conocimiento y la racionalidad anteriores a
esta modernidad eurocéntrica. Para Bautista, se trata de poner la mirada en el
horizonte civilizatorio Andino-Amazónico, que está presente hoy en nuestras
culturas, en las naciones indígena-originarias que hacen al Estado
Plurinacional. Al mismo tiempo, es importante pensar en el “fortalecimiento de
la vida” para hacerle frente a esa lógica racional europea. Por su parte, en
los comentarios correspondientes, José Luis Saavedra enfatizó que la lógica
moderna pone en “peligro la vida con toda su diversidad” y eso, precisamente, es lo que se debe cuidar,
la vida en toda su integridad.
Si bien la
conferencia hacía referencia a la interculturalidad, Juan José Bautista
y José Luis Saavedra enfatizaron que antes de hablar de interculturalidad,
entendida como las relaciones entre culturas en un marco de igualdad, es
importante conocer cómo es que históricamente se han construido las relaciones
en la modernidad, que son relaciones de dominación basadas en la diferenciación
racial y cultural, en la asimetría económica y política, sustentadas en la idea
de la supuesta superioridad de Europa (y también se podría decir Estados
Unidos) frente al resto de pueblos y culturas que consideran inferiores; en
este marco, la interculturalidad es un constructo de la misma “modernidad” y,
por tanto, se encuentra en entredicho.
René Oscar Coca Cruz
Unidad de Culturas - CEPA
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