miércoles, 13 de junio de 2012

Conversando en el CEPA… (I). En el Mes del Medio Ambiente: ¡JUSTICIA!


Norma Mollo: En Oruro un grupo de instituciones dedicadas al cuidado del medio ambiente, no quieren limitarse al Día del Medio Ambiente (6 de junio). Ya desde varios años declaran el mes de junio como Mes del Medio Ambiente. ¿Qué te parece esta iniciativa?

Gilberto Pauwels: Me parece algo muy positivo. Un solo día para crear mayor conciencia en la población sobre la importancia del cuidado del medio ambiente es poco. Durante un mes se puede organizar una serie de actividades con diferentes medios y para diferentes grupos sociales. Sin embargo es evidente que la problemática ecológica -o con otras palabras la reflexión y la regulación de la relación entre la sociedad y la naturaleza-, es una tarea de todos los días del año.

Así también desde varios años participamos en Oruro además a otra iniciativa similar: Octubre Azul. Durante el mes de octubre nos dedicamos a un tema más específico: el derecho al agua potable y la preservación de nuestras fuentes de agua, los ríos y lagos. La preocupación por el medio ambiente ha llegado a ser tan urgente y vital que cualquiera iniciativa que motiva y moviliza la población para cuidar el medio ambiente es bienvenida.
         
Norma: Este año se presenta el problema del medio ambiente como una exigencia de justicia. ¿Qué tiene que ver la basura, la contaminación, los animales y plantas o el clima con justicia?

Gilberto: Hablar de derechos, implica hablar de justicia. Vivir en un ambiente sano  es un derecho fundamental para todos los seres humanos, para todos los habitantes de Bolivia. Si hay derechos, debe haber instrumentos para defenderlos contra toda clase de amenazas y violaciones. Las personas y los grupos humanos tienen derecho a  una vida saludable. Todo ser vivo tiene el derecho a ser tratado con respeto. No se puede contaminar, destruir, provocar cambios dañinos, así no más, sin ninguna justificación. No se puede quitar lo más elemental a unos, para que otros aumenten la opulencia en la cual ya están viviendo. Las cuestiones ambientales están directamente relacionadas a la problemática social y deben ser tratados como exigencias de justicia. Es por eso que, ya desde tiempo, uno de las áreas de trabajo del CEPA se llama la Unidad de Justicia Socioambiental. Hablar de medio ambiente, es hablar de derechos, y respetar derechos implica actuar con justicia.

Norma: ¿También cuando se trata de cambios climáticos? Eso es el tema central del mes del medio ambiente.

Gilberto: Si. Inclusive ya hablamos de “justicia climática”. Si los cambios son provocados por actividades productivas y lucrativas de unos, a costa de la calidad de vida de otros, ya estamos entrando en una situación conflictiva que debe tratarse con justicia. Si los países del Norte con sus industrias, aquí o allí, han afectado y siguen afectando las condiciones de vida ambientales de los pueblos del Sur, deben recompensar los daños causados, y las instancias de justicia internacional y nacional debe poder prohibirles seguir con actividades ambientalmente inaceptables.

Es una deuda ecológica pendiente que sigue creciendo. Poco a poco las consecuencias de los cambios climáticos provocados por las intervenciones humanas, se manifiestan y se dejan sentir con mayor intensidad, aunque sigue todavía difícil prever lo que nos puede pasar a mediano y largo plaza. Ya estamos con procesos irreversibles a las cuales solo podemos adaptarnos. 

Norma: ¿Cuáles son o pueden ser la consecuencias del cambio climático para Oruro? ¿Y qué podemos hacer?
      
Gilberto: Lo que hasta ahora generalmente se dice o escribe es que se van a intensificar los extremos, es decir: sequias más largas y severas; lluvias y granizadas más cortas y sobre todo más intensas provocando inundaciones momentáneos; vientos más fuertes; un nivel freático más bajo; la nieve "eterna" del Sajama se derrita; más salinización; mayor dispersión de la contaminación minera por aguas corrientes y subterráneas y por los vientos; la producción de alimentos más afectados por presencia de metales pesados; menos ríos y lagos permanentes; etc... Un panorama no muy alentador, digamos.

Norma: ¿Y nada positivo?

Gilberto: Creo que sí, puede haber también consecuencias positivas - por las características propias de nuestro clima -, y tal vez no damos suficiente importancia a eso. Puede ser que se presenten nuevas oportunidades. Si hay más calor, puede ser que cultivos que hasta ahora son imposibles a sembrar y cosechar por el frío o por la cantidad demasiado elevada de noches con temperaturas bajo cero, ahora sí, van a poder realizarse en nuestras alturas. Pero, si hablamos de nuevos cultivos, al mismo tiempo tenemos que tomar en cuenta la posibilidad de nuevas enfermedades. Lo importante es que estemos alertos tanto para las amenazas como para las oportunidades.

Norma Mollo Mollo
Unidad de Formación y Comunicación – CEPA

* Gilberto Pauwels, OMI es el director del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) de Oruro.

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