martes, 20 de diciembre de 2011

Durban 2011: ¿la Cumbre de la Verdad?

El mundo ya lo sabe desde 1997, cuando se firmó el Protocolo de Kioto, y cada año lo vemos más: el clima está cambiando aceleradamente. Es más: algunos científicos dicen que tal vez ya sea demasiado tarde para detener una catástrofe ambiental. Las dos últimas cumbres sobre el Cambio Climático en Copenhague (Dinamarca) y en Cancún (México) no llegaron a un acuerdo global. La decimoséptima cumbre (COP17), que se celebró en Durban (Sudáfrica) del 28 de noviembre al 9 de diciembre, fue considerada como una última oportunidad para finalmente adoptar medidas concretas contra el calentamiento global… ¡La cumbre de la verdad!

En los últimos años se ha registrado nuevos récords de emisiones de CO2, más olas de calor, sequías extremas, un aumento de inundaciones, tsunamis mortales como en Tailandia y otros fenómenos climatológicos extremos. Además la tierra se está calentándo, las capas de hielo se deshacen y el nivel del mar está subiendo más rápido que nunca, lo que provoca la salinización de las aguas subterráneas y puede hacer desaparecer a algunas ciudades costeras e islas. En los países en desarrollo, el ingreso promedio ha bajado con 28% a causa del calentamiento global, mientras que tendría que subir tres veces más hacia 2050 para combatir el hambre. Según un informe de la ONU, murieron más que 710.000 personas en los últimos veinte años debido a 14.000 hechos climatológicos extremos, como huracanes, tsunamis, olas de calor y inundaciones. Pakistán, Colombia, Guatemala y Honduras han sido los países que han sufrido más por los cambios climáticos, pero constatamos las consecuencias del calentamiento global en todas partes del mundo. El último decenio era el más caliente, desde que se registran los datos climatológicos.

¡Tendríamos que hacer algo, todos juntos, ahora mismo, antes de que sea tarde! Y por eso la cumbre era tan importante…

En la cumbre, los participantes de 195 países – entre los cuales está Bolivia – se enfrentaron con tres retos grandes para mantener vigente la lucha contra el cambio climático. Primero, la implementación de un mecanismo de funcionamiento de un Fondo Verde, destinado a dar ayuda financiera a los países en desarrollo frente al cambio climático. Segundo, un acuerdo sobre los pasos necesarios para lograr un acuerdo global después de 2020, incluyendo a los Estados Unidos y a las economías emergentes como India, Brasil y China. Y tercero, tal vez el reto más importante, la renovación del Protocolo de Kioto. Este documento, con vencimiento en 2012, fue firmado en 1997 y estableció compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para unos 40 países, pero no fue ratificado por los Estados Unidos y no obligó a, por ejemplo, China, India y Brasil, por ser economías emergentes.

Por eso La Unión Europea, por su parte, ha propuesto la puesta en marcha de una hoja de ruta para alcanzar un acuerdo que incluya a los países con los mayores emisiones de CO2 del mundo que antes no estaban incluido en el Protocolo de Kioto (China por ejemplo, hoy líder en cuanto a las emisiones de CO2). No daba mucha esperanza que Japón, Rusia y Canadá -ya antes de la cumbre- declararon que no firmarían una renovación de Kioto y que los EEUU, India y China por su parte ya hicieron saber que no ratificarían un acuerdo vinculante de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El gobierno de Bolivia ha reclamado en Durban la responsabilidad histórica de los países desarrollados, diciendo que el planeta no tiene porque pagar el costo de la crisis producida por ellos.

A causa de estas contraposiciones, la decimoséptima cumbre ha sido la más larga en duración en la historia de las Cumbres de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Finalmente unos 190 países llegaron a firmar un acuerdo para prolongar el Protocolo de Kioto para por lo menos cinco años. También aprobaron una hoja de ruta hacia un acuerdo global en 2015, con la intención de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero y de iniciar la implementación del Fondo Verde.

Pues, reinaba alivio tras 14 días y dos noches de negaciones. Sin embargo, debemos darnos cuenta que con las negativas de Japón, Rusia y Canadá, el acuerdo de prolongación de Kioto solo vale para 15% de las emisiones de CO2 en el mundo y que sólo van a implementar el Fondo Verde después de 2020. Sólo han aprobado una hoja de ruta para un acuerdo en el año 2015 y todavía nada legalmente vinculante.

Esperamos que lo acordado no se quede en promesas, que los gobiernos vayan a actuar como prometido y que nuestra esperanza de hoy no quede defraudada!

Mathias Monbaliu

No hay comentarios: