lunes, 22 de junio de 2009

El Sol Sigue Saliendo

P. Bernardino Zanella
Santuario del Socavon

En estos días la decisión del Gobierno boliviano, que ha declarado feriado el día 21 de junio, para la celebración del inicio del año nuevo aymara, ha despertado un fuerte debate en muchos ámbitos. Quiero dar aquí un pequeño aporte al diálogo, teniendo en cuenta la reflexión del grupo Amerindia en su programa de los sábados en la Radio Pio XII, a las 12:00 horas.

En el hemisferio sud, el 21 de junio ha sido el solsticio de invierno. Esto significa que se terminó un ciclo de la relación del sol con nuestro hemisferio. Si uno ha observado atentamente, ha visto que el 21 de diciembre pasado ha sido el día más largo y la noche más corta del año. Desde entonces, ha comenzado un proceso de alargamiento progresico de la noche, y de reducción de las horas de presencia del sol en el día. Hemos llegado hasta la noche más larga y el día más corto, el 21 de junio. Con esta fecha comienza otro ciclo, en que los días irán alargándose, hasta el 21 de diciembre, el solsticio de verano, cuando de nuevo se invertirá el proceso, para llegar al 21 de junio siguiente, cuando se terminará el ciclo completo.

En el hemisferio norte se da un ciclo opuesto: el solsticio de invierno es el 21 de diciembre, con el inicio del nuevo ciclo en que los días comienzan a alargarse, hasta el 21 de junio, el días más largo. El inicio del año el primero de enero ha sido fijado en el hemisferio norte, en relación a este juego astronómico del solsticio de invierno, y del equinoccio de primavera el 21 de marzo.

Hoy en casi todo el mundo el primero de enero es el primer día del año, porque el sistema del hemisferio norte ha sido extendido también al hemisferio sud, a pesar que aquí es invierno justo cuando allá es verano. Tal vez, a esta altura no es pensable que el sistema cambie, pero a nadie se le escapa que el verdadero inicio del año en el hemisferio sud no sería el primero de enero, sino el 21 de junio, y en esta fecha era celebrado por los pueblos originarios. Con la llegada del cristianismo han sido prohibidas las fiestas, consideradas paganas, del inicio del año el 21 de junio, y algunas celebraciones han sido trasladadas a pocos días después, a la fiesta de San Juan Bautista, la noche del 23 de junio. Pero los pueblos originarios siguieron festejando su inicio de año, camuflándolo bajo el día de San Juan.

Que hoy se reconozca y se retome la fiesta originaria de inicio de año el 21 de junio, parece más que legítimo. Y no tendría que ser sólo para los pueblos originarios, sino para todos los países del hemisferio sud. En este sentido podría ser deseable un gran acuerdo sobre este tema entre todos los países de este hemisferio.

De todos modos, se acepte o no la fiesta, se la celebre o no con los distintos ritos, igual el sol empieza su nuevo ciclo, ofreciendo su fuerza y energía para la vida de todos.

No hay comentarios: