Las
universidades tienen tres funciones principales: la formación académica,
investigación y la interacción social. ¿Han estado cumpliendo estas
competencias otorgadas por la Constitución Política del Estado?, veamos sí o
no:
En el primer
caso, habría que mencionar que nuestra Universidad Técnica de Oruro tiene más
de cien años de vida, en todo ese tiempo su dedicación exclusiva ha sido la
formación de nuevos profesionales, para lo cual disponen casi de todos sus
recursos económicos otorgados por el TGN para los salarios de sus docentes y
administrativos.
Se observa que
las áreas profesionales ofertadas son siempre las mismas, son clásicas y sin
renovación. Sin querer escudriñar en detalle lo que pasa en éste ámbito, nos
preguntamos, ¿qué pasa con la formación de otras áreas de profesionalización
demandas por la sociedad?, como: el área de salud (Odontología, Fisioterapia,
Medicina natural, Bioquímica), área social (Educación, Trabajador Social,
Psicólogos, etc.), área agropecuaria (Veterinaria, Medio Ambiente, Forestal,
Biología, etc.). Otras como Gastronomía, Diseño de Interiores,
Telecomunicaciones, etc.
También se
observa que en la formación de profesionales especializados, se ha podido ver
que sus cursos de postgrado son extremadamente caros, casi inaccesibles a los
bolsillos del pueblo, y nada novedosos. De la misma manera, el trámite de los
títulos a nivel licenciatura se han elevado hasta los cielos, incluso la
legalización de un título tiene un costo elevadísimo. No es posible que siendo
la universidad una institución pública y financiada por el pueblo tenga costos
carísimos y burocráticos.
En lo que
respecta a la investigación, hasta hace seis años, la excusa era que no había
dinero. Pero, todos conocemos que la Universidad Técnica de Oruro ha llegado a
recibir recursos del IDH en un promedio, por gestión, de unos cien millones de
bolivianos. En qué se ha invertido tanta plata, donde está la investigación que
tanto demanda el pueblo, parece que se han reducido a las tesis de estudiantes,
que mismas se duermen en los rincones de las bibliotecas.
Con mucho
entusiasmo se ha visto el satélite Tupaj Katari, también la implementación y
funcionamiento de las hélices para la energía eléctrica, la fábrica de papel,
la fábrica de fertilizante; todo implementado por el gobierno, pero de las
universidades nada, parece que no están en capacidad de fabricar un papel
higiénico. El pasado año fue declarado el Año Internacional de la Quinua; pero
¿qué hizo la universidad? ¿se ha generado una variedad de quinua capaz de
soportar sequía, helada, granizada? Nada.
Hemos
mencionado en otro artículo la presencia de fenómenos naturales que afectan a
Oruro; ¿qué hizo la universidad con respecto a eso? ¿Cuándo van a patentar
(inventar) algo?, o es que los recursos del IDH solamente sirven para
infraestructura y sueldos de nuevos docentes y administrativos.
En interacción
social, peor es la situación; si no se genera investigación, peor se va a
transferir tecnología hacia la sociedad.
En resumen, la
universidad no está bien, tiene problemas de toda índole, lo que puede
agravarse si es que no actúan con oportunidad y pertinencia. Mientras el país
se ha enmarcado en un “proceso de cambio” que se observa a todas luces, en
nuestra institución superior de estudios las cosas siguen igual.
Entendemos que
esto va a cambiar, porque hasta hace tiempo había una especie de monopolio en
la educación superior, las universidades públicas y en pequeña proporción las
universidades privadas. Pero, ahora existen seis sistemas en la educación
superior: Universidades Públicas del Sistema, Universidades Privadas,
Universidad Militar, Universidad Policial, Universidades de las Normales,
Universidades Indígenas, que entraran en competencia muy dura y sobrevivirán
los más fuertes.
Se ha visto
que las universidades privadas como la UPB, UNIVALLE, UCB, han cambiado su
pensum y se están introduciendo, de manera intensa, en la investigación. De la
misma manera, las universidades indígenas están revolucionando la formación
académica desde Técnico Superior hasta Magister y en diferentes profesiones.
Las
universidades de las normales están realizando cursos de licenciatura para los
profesores y con su respectiva especialización. Las universidades militares han
incursionado en carreras de universidades del sistema y otras que tienen
bastante demanda, con éxito.
Norma Mollo Mollo
RESPONSABLE PROGRAMA DE CAMBIO CLIMATICO
CEPA-LIDEMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario