En pleno siglo XXI algunos
barrios de la ciudad de Oruro están sumergidos en una contaminación ambiental
alarmante. Barrios que viven en las cercanías del río Tagarete conviven a
diario con la contaminación ambiental.
En un recorrido realizado con jóvenes de la Escuela de Lideres
Ambientales se ha podido evidenciar que la problemática del río Tagarete es
dramática y alarmante. Al río Tagarete confluyen las aguas ácidas de la mina
San José, aguas domiciliarias y aguas industriales sin ningún tratamiento. El destino
final del río Tagarete es el lago, lo que significa que está aumentando la
contaminación al lago Uru Uru.
Los vecinos del sector
manifiestan su indignación y resignación; indican que en varias oportunidades
se han pronunciado sobre este problema, pero las autoridades municipales y
departamentales poco o nada han hecho; la contaminación sigue y año que pasa
aumenta lo que afecta la imagen de los barrios. Con el aumento de nuevas
urbanizaciones en todo este sector, prácticamente el río Tagarete ha quedado en
el centro y está rodeado de viviendas. Con mucha pena se ha podido observar en
el trayecto de este río gran cantidad de
botellas, todo tipo de bolsas plásticas, escombros, latas, fierros,
plataformas, animales muertos, entre otras cosas más. En medio de este ambiente deprimidor, jaurías de perros ponen en riesgo
la salud de los vecinos.
El olor y la mala imagen visual
que ofrece este rio no son nada agradables; al visitar dicho lugar uno se
pregunta cómo es posible que a pocos minutos del centro de la ciudad se pueda
vivir en condiciones tan infrahumanas. Lo más doloroso es ver a niños pequeños
desde tres años jugando a las orillas del rio, pequeños que no tienen idea de
lo que sucede a su alrededor. Es tan injusto ver esta realidad. Con solo
acercarte a un par de metros a la orilla del rio Tagarete, el olor que se
desprende puede marearte o alterar tu sistema digestivo, pero mucha gente vive
y convive esta realidad los 365 días del año.
Uno, al ver semejante
injusticia, se pregunta quién o quiénes son responsables de esta situación:
¿las empresas mineras, las industrias, los vecinos y/o las autoridades
competentes? Con toda seguridad en esta dramática situación existen niveles de
responsabilidad. No es concebible que, en pleno siglo XXI, sigamos viviendo en estas
condiciones. Es hora que los responsables de esta catástrofe ambiental asuman
su responsabilidad y las autoridades llamados por ley hagan cumplir lo que
estipula la normativa ambiental y la Constitución Política del Estado que nos garantiza poder vivir en un medio
ambiente sano y agradable.
Para nadie es una novedad el
estado del río Tagarete, Es urgente tomar acciones concretas en pro de darle
una solución estructural a este problema de contaminación ambiental. Muchos de
los vecinos piden que este canal sea embovedado y que las cooperativas mineras
e industrias que vierten sus aguas contaminadas, cuenten con plantas de
tratamiento de sus aguas residuales, para reducir la contaminación a los lagos
Uru Uru y Poopó, fuentes de vida. También es necesario y urgente implementar
políticas de educación ambiental destinados a los vecinos y vecinas, que
apunten a implementar un manejo adecuado de los residuos sólidos y líquidos.
Limbert
Sánchez y Neyza Victoria Huanca
Unidad
de Formación y Comunicación - CEPA
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