El
ritual del Jallupacha lo celebra la Nación Originaria Jach’a Karangas desde hace más de 13 años. Este ritual es
denominado Phuqanchaw ritual del Jallupacha. Son prácticas y “costumbres que tienen que conocer nuestros
hijos, porque si morimos los viejitos, nuestros hijos no sabrán como cumplir
(con la Pachamama). Nosotros, como
mayores, somos las bibliotecas de conocimiento y quisiéramos que nuestros hijos
conozcan lo que hacemos como mayores”
Algo
que relieva el Carnaval de nuestro país ante el mundo es la fastuosa entrada
del carnaval de peregrinación en devoción a la Virgen de la Candelaria o
cariñosamente llamada Mamita del Socavón. Sin embargo, las
celebraciones del carnaval en las áreas rurales quedaban invisibilizadas,
empero no por ello olvidadas. Lo que antes se celebraba en las comunidades,
entra ahora con fuerza en los ámbitos urbanos a través de la celebración de la Anata
Andina, que anualmente hace su recorrido por las calles de nuestra
ciudad el jueves de comadres y de la que participan más de 120 grupos del área
rural interpretando sus música autóctonas. El ritual del Jallupacha que se celebra
el día anterior a la Anata Andina, es otro componente del Carnaval que tiene su
propio significado e importancia.
RECORRIDO
A LA CELEBRACIÓN DEL RITUAL
Como
es costumbre entre los aymaras y quechuas es importante realizar el thaki
(camino), que se debe recorrer para llegar a realizar el ritual principal de
Jallupacha. Este camino debe contar con puntos claves que son parte de la
celebración del ritual y que han sido elegidos por que representan a la
resistencia frente a la colonización, entre ellas podemos citar al Faro de
Conchupata, la Plaza 10 de Febrero, la ex oficina de la Nación Indígena
Originaria de Jach’a Karangas y el Illa del Cóndor (al Sud, en la zona de Agua
de Castilla)
El
lugar de concentración es el Faro de Conchupata. Los participantes del ritual
se concentran a partir de 07:00 de la mañana, con la llegada de varias Markas, entre las que podemos citar Totora,
Choquecota, Curahuara, Turko, Huayllmarka, Mayacht’asita y las Markanaka como
Chuquichambi, Llanquera, Bella Vista, San Miguel, Belén de Choquecota, Corque,
Andamarka y Belén de Andamarka. Llegan con mucha alegría al ritmo de la música
de las tarkas y por supuesto con gran colorido de sus vestimentas, en la que
resalta el color verde. Esta alegría y colorido tiene mucho que ver con los
favores recibidos por parte de la Pachamama y con la lluvia que hizo posible el
florecimiento de las plantas
A
momento de la salida se reúnen las autoridades originarias y realizan el ritual
de pedir permiso o licencia para iniciar el thaki
rumbo al Cóndor, lugar donde se hará el ritual central. Para el pedido de
licencia se coloca un aguayo de color verde y sobre ella abundante coca y
cuatro botellitas de alcohol, en dirección a la salida del sol. Quienes se
encuentran alrededor, autoridades originarias u otros, levantan un puñado de coca con sus dos manos
a tiempo de expresar “¡que sea en buena hora!, es decir
deseando buen augurio y deseos de que todo vaya bien y sin ninguna dificultad.
RITUAL CENTRAL O PHUQANCHAWI DEL
JALLUPACHA
Para
quienes son rígidos en el cumplimiento con la Pachamama y el Altísimo, las
horas importantes son las 6 de la mañana, 12 del mediodía, 6 de la tarde o a
las 00:00, ya que se cree que a estas horas las ofrendas entregadas son
recibidas por el Altísimo. Es por esta razón que el amauta sube presuroso al
lugar donde se encuentra la Illa del
Cóndor para la realización del ritual.
Una
vez que las autoridades originarias han llegado al lugar del ritual se preparan
las mesas con mucho cuidado. Se ubican en dirección a la salida del sol. Los
dos amautas que dirigen el ritual, esperan a los grupos, masticando coca y
ch’allando para que la Pachamama y el Cóndor les permitan realizar el ritual.
Seguidamente
se prepara las llamas que serán sacrificadas. Se las ata un paño blanco a los
ojos y a tiempo que las autoridades originarias derraman un poco de azúcar, se
aproximan a su cabeza para hablarles y enviar mensajes a sus antepasados, pidiendo
por su comunidad y sus pobladores.
Lo
que sigue es la preparación directa del sacrificio de la llama. Para esto uno
de los amautas coge un plato con azúcar y en voz alta ofrece lo que se ha
preparado en las mesas. Hace peticiones para el buen gobierno de las
autoridades originarias, hace peticiones de bendición para todos los
pobladores, para sus hijos y para quienes están estudiando. Además, pide
permiso a la Pachamama y al Cóndor para que acepten las ofrendas que se les
ofrecerán en retribución por los productos y animales de esta época de lluvias.
Las oraciones son realizadas en el idioma aymara. Lo que más resalta en
relación al Cóndor es que guíe a las autoridades para hacer una buena gestión
de gobierno a favor de las comunidades a su cargo. Por otra parte se pide a la
Pachamama mayores bendiciones en la agricultura, trabajo y educación de sus
hijos, en otras palabras que se cumpla el VIVIR BIEN.
La
sangre y el corazón serán presentadas por el amauta encargado del ritual, en
tanto las mesas serán ofrecidas por las autoridades originarias, quienes las
pondrán sobre el fuego. Este acto será seguido de la “t’ikanchada” al cóndor.
Esta t’ikancha será con serpentina de
colores en que será envuelta la Illa
del Cóndor.
Quienes
participan del ritual denominan a esta activadad como el Phuqanchawi del ritual
Jallupacha. Phuqanchawi,palabra
que deriva de phuqhaña, cumplir. Para
Félix Laime Pairumani, Phuqhaña
significa: llenar, completar, cumplir; realizado o ejecutado lo acordado;
pagar, satisfacer lo que se debe. Phuqhachaña,
significa completar, complementar, integrar, hacer cabal una cosa.
En
la cosmovisión andina, la persona está interrelacionada consigo mismo, con el
mundo espiritual, con los otros, con la naturaleza y el mundo subterráneo; es
lo que da importancia a la dualidad del chacha
– warmi. La Pachamama es la madre tierra que cuida la vida de los hombres,
mujeres, niños y niñas; la que cuida de los animales; de las piedras, los
cerros y vertientes de agua; la que protege, cuida y hace que la tierra de sus
frutos para el bienestar de las personas. En consecuencia para el hombre andino
son fundamentales el principio de reciprocidad y el principio de complementariedad. Es decir, para el
hombre andino nada es gratuito, si uno quiere recibir debe saber dar. Por
consiguiente cuando el Phuqanchawi
hace referencia a cumplir, hacer cabal
una cosa con las deidades y los antepasados, ya que han sido generosos
con los habitantes de Jach’a Karangas. Este cumplimiento es parte de la
reciprocidad que existe entre las personas, las deidades y los antepasados que
están velando por el bienestar de su pueblo.
Una vez
terminada el ritual, todos bajarán al sector del Zoológico y se continua con la
demostración de sus prácticas culturales y sus formas de agradecimiento a la
Madre Tierra con los primeros productos recogidos de sus chacras.
CONCLUSIÓN
A
manera de conclusión podemos decir que la Nación Originaria de Jach’a Karangas
tiene una característica propia de celebrar el Jallupacha en la ciudad de
Oruro. Este acto encierra un patrimonio religioso y cultural, que se constituye
en uno de los fundamentos para el fortalecimiento de las naciones indígena
originario del departamento. En este ritual se conjugan varios elementos que
van desde el respeto y agradecimiento a la Pachamama por el tiempo de lluvia, y
por ende de los productos agrícolas, pecuarios y el buen forraje; indica el rol
de servicio de las autoridades originarias; promueve la unidad de la Nación
Originaria; indica el tipo de desarrollo económico basado en el respeto a la
naturaleza; fortalece la resistencia frente a la colonización; promueve la
integración de los pueblos y nos muestra una nueva manera de respeto a la Madre
Tierra (Pachamama).
Julián Arias
Programa “DIVERSIDAD” – CEPA
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