Agosto 1964
fue para Gilbert Pauwels un mes de grandes cambios. Durante seis años,
todos los días había ido en bicicleta al colegio de la ciudad de Ieper, desde
Geluveld, su pueblito natal a siete kilómetros de distancia. En aquel año
terminó sus estudios secundarios y dejó de ser dirigente del movimiento
estudiantil en el colegio y del movimiento juvenil parroquial. Se fue al
noviciado de los Misioneros Oblatos (OMI); hace 50 años.
Diez años
después, en agosto 1974, los cambios fueron mayores. Desde Bélgica se vino a
Bolivia, a Oruro. Durante diez años se había preparado, estudiando filosofía,
ciencias religiosas y morales, teología de la misión, antropología social y
cultural. Había escrito una tesis sobre la vivencia religiosa Aymara y una
tesina sobre los Chipayas, a base de literatura, sin haberse encontrado todavía
con ninguno de ellos. Actualmente, el encuentro vivencial y la convivencia con
el mundo andino ya tiene una duración de 40 años. Y sigue. Gilberto es migrante
en Oruro 40 años, ya desde más de dos generaciones.
Después de un
estudio etno-histórico y antropológico amplio de la región de Jach'a Carangas,
enfocado sobre todo en la marka de Turco, fue co-fundador del Centro Diocesano
de Pastoral Social (CEDIPAS) y lo dirigió durante casi 20 años. Fue
co-fundador y es director del Centro de Ecología y Pueblos Andino (CEPA),
iniciativa de los Misioneros Oblatos, que igualmente, al año, el 8 de diciembre
de 2015, va a celebrar sus 20 años de servicio al pueblo orureño.
En estas
cuatro décadas, Gilberto no perdió el contacto con su tierra natal. Es
precisamente por eso, por los 50/40 años, que en estos días su familia, su
ex-parroquia Santa Margarita y el municipio de Zonnebeke (al cual ahora
pertenece la sub alcaldía de Geluveld), han querido exaltar el nexo que de esta
manera ha crecido entre Bélgica y Bolivia.
El alcalde y
el consejo municipal, en coordinación con la parroquia, decidieron
nombrar, por sus méritos en el trabajo en Bolivia, a Gilbert
Pauwels como cuarto "ciudadano de honor" en la historia del municipio
de Zonnebeke. El anterior nombrado fue el ex-rector de la
Universidad Católica de Loviana, Marc Vervenne, oriundo también del mismo
pueblito de Geluveld (con apenas 1500 habitantes).
El acto de la
entrega se realizó en el templo mismo de la parroquia Santa Margarita, bajo la
responsabilidad del concejal de relaciones internacionales y desarrollo,
Luc Hoflack, y con la participación de los concejales del municipio; los
miembros del grupo municipal de trabajo Norte-Sur; el diácono encargado de la
parroquia, Lode Caes; las familiares de Gilberto - que aprovecharon el
evento para celebrar una fiesta de encuentro familiar -, y muchos amigos de la
región y de organizaciones vinculados al trabajo de CEPA y de los Oblatos en
Bolivia. El Coro Solidaridad "Vamos Pra Lutar" acompañó todo el
evento con canciones alusivas a la lucha por de justicia y la defensa de la
madre tierra.
Chris Dutry,
co-fundador del CEPA, explicó a los presentes, el origen, la historia y las
realizaciones de la institución. Así también Daan Janssens reveló los aportes
que han tenido Gilberto y el CEPA en la fundación y el funcionamiento de
CATAPA, organización dedicada al apoyo de voluntarios jóvenes desde Gante para
la problemática socio ambiental en el Sur. Ahora CEPA tiene a CATAPA como su
aliado en el Norte.
Después de la
entrega oficial, Gilberto agradeció a todos los participantes por su presencia.
Recordó sobre todo los primeros 18 años que había vivido en Geluveld, que
es el tiempo el que se colocaron los fundamentos de su opción de vida y en que
crecieron las raíces más profundos de su compromiso.
En la homilía
durante la Eucaristía con la cual concluyó el acto, Gilberto enfatizó la
importancia que había tenido en las diferentes etapas de su vida,- desde
su bautismo hasta el envío a la misión, - el espacio donde estaban reunidos
para el acto: la iglesia parroquial. Pero al mismo tiempo recordó la
experiencia que nos comparte la Iglesia de América del Sur. Las comunidades
andinas nos recuerdan que Dios, estando en todas partes, tiene sus lugares
preferidos. Dios está, intensamente, en y con los pobres, en los excluidos
y los humillados, en la naturaleza maltratada. Con ellos sufre y nos llama a la
solidaridad, el compromiso, el respeto, la justicia y la paz.
El evento fue
calificado como una linda experiencia Norte - Sur. Fue la confirmación de
lazos interculturales ya intensos de apoyo, intercambio y acompañamiento, a
base de contactos personales o mediante canales establecidos.
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