Celebrando el Día Internacional de la Madre Tierra, el mensaje del secretario general de la ONU Ban Ki-moon nos recuerda que "las grandes decisiones que tenemos por delante no corresponden solo a los legisladores y los dirigentes mundiales. Hoy, en este Día de la Madre Tierra, hago un llamamiento para que todos nosotros seamos conscientes de las consecuencias que tienen nuestras decisiones sobre el planeta y lo que supondrán para las generaciones futuras".
Los Obispos de la Iglesia Católica en Bolivia, el año 2000 presentaron la carta pastoral "Tierra, Madre Fecunda Para Todos" (CPT). Si bien han transcurrido 15 años, el mensaje que contiene sigue teniendo vigencia. Hoy queremos recordar el llamado que se hace a diferentes sectores del país para que este don entregado por Dios a todos sus hijos, sea protegido y sus beneficios lleguen a todos por igual.
A los pequeños productores el llamado es: "Mantengan siempre el amor ancestral a la Madre Tierra, que tanto les ayuda a acercarse a Dios, a la comunidad y a toda la creación. Trátenla con ese cariño que se da a la madre y sigan construyendo comunidad con ella y en torno a ella. Protéjanla como lo más precioso, para que siga produciendo vida. Cuiden los bosques, el agua y los demás recursos naturales que la tierra guarda en su seno. Sepan que siempre estamos con ustedes y que defenderemos públicamente su derecho a tener acceso garantizado y sostenible a este "don de Dios y derecho del pueblo", que es su tierra y el territorio en que se asientan sus pueblos y comunidades, tanto en sus lugares de origen como en otras partes ahora desocupadas o injustamente apropiadas y subutilizadas". (CPT 193). En esa relación cercana que nuestros hermanos del campo tienen con la tierra, son los primeros en cuidar de ella, pero no podrán cumplir esta su tarea si desde las comunidades urbanas no tomamos conciencia que nuestra responsabilidad es tan importante como la de ellos y que nuestras actitudes tienen un impacto importante de manera positiva o negativa, pues todos los desechos que producimos si no los sabemos manejar adecuadamente, seguirán convirtiéndose en un veneno para nuestra propia vida.
Es importante recordar y reafirmar el compromiso que se hace de estar siempre a su lado, defendiendo sus derechos y denunciando todas las situaciones de injusticia que les afecten, este compromiso hoy se mantiene y se fortalece cada día, como Iglesia que tiene su opción preferencial por los más desprotegidos.
Una de las amenazas de este último tiempo ha sido la división que han sufrido las organizaciones matrices de los pueblos indígenas y originarios por diferentes intereses. Esta situación no es reciente, siempre quienes han estado en los gobiernos de turno las han dividido para así poder negociar y validar diferentes políticas que respondan mas intereses partidarios que a intereses de los sectores campesinos indígenas y originarios, en ese entendido y ante ese peligro permanente hacen este llamado: "Para ello, conserven también sus organizaciones y no gasten sus esfuerzos en divisiones internas, en vez de afrontar de forma unitaria problemas más centrales, como asegurar y ampliar su acceso a la tierra y a los recursos para hacerla producir de una manera eficaz y sostenible". (CPT 194)
A los grandes propietarios, que han sido favorecidos con grandes extensiones de tierra, el llamado es para que no olviden que lo que tienen es un bien al que todos quienes vivimos en este planeta tenemos derecho por ello se les dice: "Recuerden que la tierra es un bien universal, cada vez más escaso, que Dios nos ofreció a todos sus hijos. Desde una perspectiva cristiana, el mayor acceso a la tierra y otros recursos sólo se justifica siempre que se los haga producir de manera sostenible, racional y cumpliendo una función social. Miren constantemente, a la luz de los principios evangélicos, si ésta es su manera de actuar". (CPT 196). Si se tienen tierras productivas, debemos cuidarla, no sobre explotarla, pensar en el beneficio de todos, no sólo el propio y que los productos de esas tierras aporten a mejorar las condiciones de vida de toda la sociedad.
Es definitivamente valorable el esfuerzo que hacen muchos empresarios en arriesgar sus recursos en nuestro propio país, esa actitud de amor a la tierra debe darse respetando los derechos y la dignidad de las personas, es así que los obispos de Bolivia indican: "Instamos a todos los medianos y grandes productores a continuar sin desvelos su genuina iniciativa empresarial, fomentando el potencial productivo y pagando a sus trabajadores salarios justos de acuerdo con las universales normas laborales. Pero no permitan que los especuladores y traficantes de tierras les utilicen a ustedes como escudo para sus ilícitos negocios". (CPT 197)
A los gobernantes, les recuerdan cuál es la primera tarea que deben cumplir, para lograr el bienestar de todos los ciudadanos y ciudadanas, sin discriminación ni favoritismos, tomando en cuenta a todos los sectores por igual, si bien se lo hizo hace 15 años, este llamado hoy tiene más vigencia que nunca: "La primera obligación del Estado es velar por el bien común y universal de todos los ciudadanos. Su papel regulador y redistribuidor no puede subordinarse a los intereses de algunos grupos reducidos, ni evadirse a nombre de teorías económicas del momento”. (CPT 199).
Muchas leyes y políticas se aprueban, y muchas de ellas aún hoy son impuestas o elaboradas sólo por algunos sectores y no se escuchan a otros que también tiene aportes por realizar. Todos tenemos que recordar que las leyes deben elaborarse de manera que sirvan por igual a todos, promuevan el progreso de todos y permitan que todos se favorezcan de las mismas, en ese entendido este llamado debe hoy escucharse con atención, pero no sólo escucharse, sino tomarse en cuenta: "Ante quienes quisieran lograr una legislación más favorable a los intereses de los más poderosos, y con el apoyo de hábiles intérpretes de la letra de la ley, van contra su espíritu, no podemos dejar de recordar, con humildad pero con firmeza, que es obligación de los gobernantes buscar mayor claridad y decisión en la legislación misma, hacia ese objetivo irrenunciable del bien común. Alentamos al poder ejecutivo, asegurarla implementación de lo que en este mismo sentido ya está legislado”. (CPT 200)
A los Agentes Pastorales. Recordándonos el compromiso que hemos asumido como miembros activos de nuestra Iglesia, conociendo que estamos en mayor y más cercanía y contacto con nuestros hermanos de todos los sectores sociales, además del compromiso que hemos asumido en la construcción de una sociedad con mayor amor, justicia e igualdad, con esa seguridad nos dicen: "Como Iglesia estamos presentes en todas las regiones del país, codo a codo con los sectores más deprimidos y también junto a aquellos que los oprimen. Acompañemos con predilección, con decisión y energía a nuestros hermanos más pobres, campesinos e indígenas, en su caminar para consolidar su relación ancestral y sagrada con su tierra y territorio. Suframos y luchemos con ellos para superar la profunda brecha social y económica, la exclusión de pueblos y personas. Sigamos a su lado en su éxodo obligado a las ciudades y lugares lejanos por falta de tierra, agua y alternativas productivas para poder vivir con la calidad y abundancia que merecen. Proclamemos la Buena Nueva a todos desde esta opción preferencial por los pobres, los preferidos de Dios. Al mismo tiempo, como Cristo entró en la casa de Zaqueo, queremos entrar en la casa de los que tienen con el desafío de la conversión" (CPT 203).
Este y todos los días son y deben ser de la hermana Madre Tierra. Recordemos la propuesta del Papa Francisco para superar la crisis ambiental inspirada en San Francisco: Reencontrar el amor por la tierra como "madre", de donde "hemos venido" y estamos "llamados a volver constantemente".
Pastoral Social Cáritas Boliviana
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